El dilema de Trump
Celebra en medio de contradicciones brutales. Lo que dicen las encuestas y sus mamarrachos políticos.
Es un fin de semana intenso en los Estados Un idos. Se cumple un año de la asunción presidencial de Donald Trump y en Nueva York y Washington la fecha marca también el recuerdo de la marcha de las mujeres que, con su multitudinaria dimensión, exteriorizó no solo el nivel de rechazo que genera el presidente de los Estados Unidos entre sus compatriotas, sino también la profundidad de la división por la que que hoy en día atraviesa la sociedad americana. Quienes marcharon entonces contra Trump marcharon otra vez ayer. Mientras tanto, para neutralizar esto, el presidente organizó una fiesta para celebrar el aniversario.
El devenir de los hechos en este primer año de gestión es abundante nación de regulaciones orientadas a la protección del medio ambiente. Las encuestas del viernes, que mostraron un muy bajo nivel de aprobación del gobierno de Trump –solo el 39%–, señalaban en paralelo un alto nivel de aprobación de la gestión económica, aun cuando reconocía que las medidas adoptadas por Barack Obama eran la base de la reactivación de la economía.
Día a día. La crónica de la semana que pasó exhibe con claridad el permanente estado de desorden que se vive dentro de la Casa Blanca y las consecuentes men-
encuestas del último viernes mostraron un nivel de aprobación de solo el 39%
tiras y contradicciones del presidente. Veamos:
El lunes 15 se conmemoró la figura de Martin Luther King Jr. Ese es un día feriado y, como forma de subrayar el peso de la conmemoración, es habitual que las figuras públicas, comen zando por el presidente, se involucren en algún acto de servicio comunitario. El mismísimo Trump había mencionado esto –“es un día dedicado a gestos solidarios”, dijo–, por lo que se esperaba que, en cumplimiento de la tradición que honraron sus predecesores, participara de alguna taraea comunitaria. Sin embargo, nada de eso ocurrió. El presidente se pasó todo el día jugando al golf en su espectacular casa de Mar-a-Lago.
El martes recrudeció la historia del encuentro sexual de Trump con la actriz porno Stormy Daniels, a la que conoció en 2006, durante un torneo de golf que se