Cartas de los lectores a PERFIL
PERFIL agradece las cartas de sus lectores y elige publicar aquellas cuyo texto no supere los mil caracteres, excepto las que justifiquen mayor extensión por su contenido. No habrá respuestas individuales, salvo las referidas a notas aparecidas en este diario, que serán analizadas y contestadas por el Defensor de los Lectores (ombudsman) en su columna de los domingos. Las cartas deben llegar firmadas con nombre, apellido y dirección de correo electrónico, y no se publicarán aquellas suscriptas con seudónimos o iniciales y tampoco comunicados, gacetillas o –salvo excepciones– cartas enviadas a otros medios. PERFIL se reserva el derecho de resumir, reducir o extractar el contenido. Escribir a: correocentral@perfil.com. personas, con buen trato, más allá de la disculpa. La no sanción es un aval a este señor, y es el famoso más de lo mismo. Estas prácticas deben ser desterradas para que el presente gobierno demuestre su capacidad de querer cambiar de verdad y no solo en términos electorales, como lo demuestran estos hechos. Roberto Julio Saumell rjsaumell@hotmail.com dueño de un casino? ¿Otros, dueños de empresas varias y fortunas escalofriantes? ¿A ellos los une el espanto al ver cómo algunos que se creían intocables y que amasaron fortunas al amparo de su posicionamiento deben responder a la Justicia por sus patrimonios mal habidos? Confiamos en que los trabajadores no se dejarán manipular por estos dirigentes y enfrentarán con coraje la coyuntura para el cambio. Es hora de que ellos estén amparados por una legislación que promueva una elección democrática de sus dirigentes, con un plazo acotado razonable e incluso con una capacitación acorde a dicha responsabilidad, y obviamente bajo un control eficiente de la utilización de los fondos de las obras sociales. Esta será la forma, creo, de encauzar al sindicalismo por un sendero de verdadero servicio a los trabajadores y no al servicio de los intereses personales de sus dirigentes. Jorge Drab jorgedrab@arnet.com.ar Presidente (en acuerdo con el Senado) y la imposición de sanciones a los mismos, convirtiéndose en el órgano acusador cuando se llegue al juicio político. Son ustedes los que tienen que garantizar a nosotros, los ciudadanos, que el término “justicia” se aplicará con todo el peso de la ley, llámese como se llame el que haya cometido una falta grave para la sociedad. ¿Cómo es posible que con fallos controvertidos, que liberaron presos que después reincidieron violando y matando (como sucedió con Micaela García), tal el caso del juez Carlos Rossi, todavía no hayan llegado al juicio político? Cómo se explica que un juez como Luis Rodríguez, que subrogaba al juez de la causa (que estaba de vacaciones y que había rechazado en cuatro oportunidades el pedido realizado por la defensa), le otorgue en 24 horas al preso Caballo Suárez una prisión domiciliaria, haciendo una valoración personal, respecto al deterioro de su estado de salud y dejando en evidencia que se reunió con el detenido el día anterior a tomar esa decisión (evidenciando un “ojo clínico” que envidiaría más de un médico). ¿Van a seguir permitiendo que situaciones como estas continúen erosionando la credibilidad de un Poder Judicial desprestigiado como nunca antes? Por el bien de