“Para entender la tecnología que se viene hay que mirar a los jóvenes”
Pablo Boczkowski, especialista en medios, sostiene que las redes sociales y aplicaciones que usan hoy los adolescentes son las que en el futuro podrán tener mayor preponderancia entre los adultos.
En “la sociedad del desempeño”, tres verbos protagonizan la interacción virtual: mirar, votar y contar. Dedos, caras, corazones, comentarios y viralizaciones son íconos de una cultura que mide y evalúa el “éxito” de los productores de información. En una entrevista a Pablo J. Boczkowski, experto en medios digitales, se analizan tendencias actuales y futuras en el uso de la tecnología, la forma en que organizan parte de la vida social, y el estudio de los públicos para predecir sus conductas en la toma de decisiones.
El objetivo es lograr consumos que garanticen la concentración de empresas cada vez más fuertes. Es un paisaje distópico donde conviven plataformas, herramientas, nuevas narrativas, neuronas espejo, big data e inteligencia artificial. Según el experto, “la clave es observar la forma en que los jóvenes usan las diferentes redes sociales y aplicaciones,
y practicar con ellos”. Boczkowski es profesor en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Northwestern en Estados Unidos y codirector en el Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina.
—Los medios marcan tendencias en la cultura de masas. Prescriben y relevan formas de consumo de información, valoraciones, conductas. ¿Qué cambió desde esas primeras etapas de la industrialización hasta hoy?
—Hay varios cambios. Uno de ellos es la práctica de la gente que se ve reflejada en los medios y pasa a ser productora de información para transmitir contenidos a sus micropúblicos. Primero fueron los blogs, hoy son las redes sociales. Los micropúblicos, con decenas, cientos o miles de seguidores, arman un ecosistema de la información que captura la atención de la gente. Y eso reduce el interés en los medios tradicionales, provo- cando una dependencia de estos medios hacia las formas digitales; específicamente, las redes sociales. Al estar mucho tiempo en Facebook restan tiempo de estar en otro lado, en otro medio. A los medios convencionales les cuesta existir sin las redes, pero a las redes no les resul- ta difícil llegar a la gente sin el soporte de esos medios. El cambio se ve claramente en el algoritmo de Facebook. Es un punto importante. Señala el interés del público por generar y distribuir contenidos a sus micropúblicos. Los mensajes circulan porque alguien los postea, los edita y enmarca en un punto de vista. Y esas prácticas ocurren a determinada hora del día para lograr
determinado efecto. Sociedad del desempeño. Otro cambio es la evaluación de los mensajes que genera expectativas en los participantes. Mirar, votar, contar son rasgos de las nuevas tendencias con impacto en las prácticas culturales. “Somos cada vez más una sociedad del desempeño. Lo que hacemos está mensurado. Cada vez hay más aplicaciones tecnológicas para generar contenidos y medir respuestas. Lo cuantitativo pasó a ser lo principal. Hay una evaluación permanente según la cantidad de ‘me gusta’, ‘no me gusta’, comentarios o viralizaciones. En los consumos culturales, la medición pasa por Amazon, las reviews o las estrellitas. Eso genera una expectativa en los comunicadores y usuarios. Es un cambio fuerte. Todos miran, los jefes, los pares, el público”, explicó Boczkowski. Aggiornarse o no aggiornarse. Subsisten ilusiones de estar fuera o dentro de algo. Los objetivos de los usuarios marcan aquello que deberán hacer para estar más o menos actualizados con las nuevas tendencias. “La clave para entender la tecnología que se viene es observar la forma en que los jóvenes usan las redes sociales y aplicaciones, y practicar con ellos. Cada usuario tiene objetivos diferentes en distin-