Cuando lo ácido deviene político
Alexander Payne, director de la película sobre personas achicadas para solucionar la superpoblación mundial, confiesa cuántos años le llevó conseguir financiamiento para filmarla.
La propuesta es tan devastadoramente divertida, o al menos capciosa, que es distinta, que es nueva al menos en el panorama del cine actual y la comedia mainstream de Hollywood: mediante un trato, una parte de la población es reducida de tamaño (a estatura liliputiense, o como si tomarán una pastilla de Chiquitolina) para así poder vivir una vida de lujo aunque diminuta. La recién estrenada Pequeña gran vida, la distopía de Alexander Payne, el director de films como Las confesiones del Sr. Schmidt, Entre copas y Los descendientes, divierte con filo e ideas sobre esa idea que taclea la sobrepoblación del planeta y la fascinación, en todo sus tamaños, por la cultura capitalista (parte de ese achicarse implica una mejor vida económica ya que se revaloriza el dinero que uno tenía cuando era “normal”), tal como lo demuestra en la entrevista genérica cedida a PERFIL por Universal.
—La actriz Hong Chao, una de tus protagonistas, sostiene que “Pequeña gran vida” es la culminación de varios tópicos que venís explorando hace rato. ¿Estás de acuerdo?
—Estoy de acuerdo con eso. La película ya fue vista en varios países y en varias entrevistas me han dicho: “Esta película es algo muy distinto a lo que has hecho antes”. Mi respuesta siempre es que no pienso que sea así. Creo que es más grande que eso, pero creo que hasta es decepcionante lo mucho que se parece a otras películas que he hecho. Realmente me gustaría hacer algo distinto la próxima. No tengo idea de que podría ser, pero sí le dije eso a Hong, que creo que varios de los temas de mis primeros films están presentes en esta película.
—¿Por qué crees que una película como esta es difícil de financiar? ¿No importa siquiera que seas Alexander Payne?
—Soy Alexander Payne a la hora de determinado presupuesto. Cuando se pasa esa línea aparecen un montón de preguntas sobre cómo hacerla y sobre cómo hacer que gane di-