Una chica de barrio que busca viajar
Eva de Dominici es una chica de barrio. Nació en Avellaneda, se crió en Lanús y Villa Fiorito, donde vivían sus abuelos. Y tuvo una infancia que, dice, la marcó a fuego. “Mi vieja estaba poco en casa porque trabajaba de odontóloga y le dedicaba mucho tiempo a eso. Ella tuvo una familia muy humilde, mis abuelos no tenían un mango, y fue la primera que progresó económicamente –recuerda la actriz–. Pero lo más difícil para mí fue aceptar el problema de un primo hermano con el que me crié. El no podía caminar y yo sufría mucho con eso. Ese golpe me enseñó a estar siempre alerta para buscar sanar un dolor y también a aceptar. Cuando entendí que él nunca iba a poder caminar, hubo algo que se reveló”.
Durante esos años, Eva no salía mucho de su entorno. “Viajar era algo desconocido para mí –señala–. Por eso creo que ahora me encanta. No tengo muchos planes de trabajo para este año porque quiero viajar. Un compromiso sostenido me complicaría las cosas. Me acuerdo de que cuando tenía 12 años y estaba en el elenco de Patito feo hicimos una gira por América Latina que me abrió mucho los ojos. Hasta ahí no conocía nada... Y ahora me doy cuenta de que cuando estoy de viaje termino resolviendo problemas que no podía resolver acá, me doy más tiempo para escucharme, para darme cuenta de lo que me pasa. Me voy a convertir en La Hormiguita Viajera”.
No es fácil el papel de Eva de Dominici en No dormirás. En el intenso thriller psicológico dirigido por el uruguayo Gabriel Hernández que se estrenó hace poco más de una semana, la joven actriz (cumplirá 23 años en abril próximo) es Bianca, protagonista de una historia llena de momentos inquietantes. Elegida para ser parte del elenco de una obra de teatro muy particular, Bianca queda presa de los designios de una directora perversa y manipuladora encarnada con solvencia por la española Belén Rueda, una compañera de lujo para la actriz que hoy es pareja de Joaquín Furriel. “Belén me ayudó muchísimo con este trabajo –asegura De Dominici–. Ella la tiene muy clara con este tipo de películas, y eso me dio a mí una tranquilidad enorme, me quitó un gran peso de encima. De entrada me pareció divina, y no me equivoqué. Es una actriz muy concentrada en su propio trabajo, pero que a la vez colabora mucho con los demás, está siempre a favor de la película. Eso fue muy importante para mí. Me ayudó a componer mejor el personaje”.
—Fue un papel difícil el de esta película, incluso en términos de exigencia física, ¿no?
—Sí, la verdad es que fue difícil. Estábamos filmando desabrigados en pleno invierno, en un lugar abierto, abandonado. Y la historia es muy fuerte. Todo el tema del estado que produce el insomnio te exige mucho físicamente. Aunque vos hayas dormido perfectamente antes del rodaje, entrar en esa te produce un cansancio demoledor. Y también el miedo y la tensión que transmiten muchas escenas se sienten en el cuerpo. Terminé fusilada, dormí muchísimas horas seguidas cuando se acabó el rodaje.