Matías Garfunkel también teme ser detenido en ee.UU.
Al empresario Matías Garfunkel, Mariano Martínez Rojas se le presenta como un espejo en el que no quiere mirarse. Porque si hasta ahora las coincidencias entre ambos eran muchas, en el futuro pueden ser aún más.
En enero de 2016, Martínez Rojas saltó a la fama gracias a Garfunkel y su socio Sergio Szpolski, que lo presentaron como el nuevo dueño de sus medios. Tras eso, comenzaron las desventuras para ambos. Con poca diferencia de tiempo, los dos se instalaron en Miami, como una forma de refugiarse de los proble- mas que acumularon en la Justicia argentina por sus numerosos desmanejos. Y a lo largo de los dos últimos años, ambos sumaron procesamientos, embargos millonarios, y un mismo juez que, en diferentes expedientes, avanzó con firmeza contra ellos, el titular del Juzgado en lo Penal Económico Nº 8, Gustavo Meirovich.
Por eso confían en que la detención de Martínez Rojas, producida el viernes por la tarde en Miami, y el escenario que se abre al tener pedidos de captura en su contra y al menos cuatro circulares rojas de Interpol activas, también actúen como una señal para Garfunkel. El empresario debe presentarse el próximo mes ante Meirovich para ser indagado en el expediente en el que se lo investiga por evasión agravada, tras no haber declarado un adelanto de herencia hecho por su madre, Mónica Madanes, miembro de la familia dueña de Aluar. “Si estaba evaluando no venir para la indagatoria, la detención de Martínez Rojas lo debe haber hecho repensar”, deslizó una fuente.
Esa causa se inició después de una denuncia de la AFIP al detectarse que Garfunkel había recibido el adelanto de herencia por 20 millones de dólares, pero no lo declaró al fisco. En paralelo también es investigado por evasión simple, ante la sospecha de que habría obviado su declaración de bienes personales.
Meirovich ya había proce- sado a Garfunkel, en octubre de 2016, por contrabando de obras de arte. Entonces, le trabó un embargo de 35 millones de pesos. El procesamiento ya está firme, por lo que el empresario está a un paso del juicio oral.