“argentina necesita terminar con el sindicalismo burgués”
El segundo de Frigerio cree que Moyano politiza sus problemas judiciales. Y dice que el PJ ha perdido su mística, como la cgt.
Es uno de los funcionarios claves en la relación del Gobierno con los gobernadores. Su historia lo ubica en el PJ pero hoy se autodenomina “macrista”. Con 37 años, Sebastián García de Luca es secretario del Interior (el viceministro político), y en una entrevista con PERFIL desde su despacho en la planta baja de la Casa Rosada traza el futuro de Cambiemos y la CGT.
—¿Qué opina del caso Triaca?
—Jorge es una buena persona, un muy buen ministro que está dando muchas peleas con sectores sindicales que no quieren salir de sus viejas costumbres. Esto no es menor: es parte de lo que apareció en la coyuntura. El mismo ha admitido su error pero tenemos que analizar el contexto de los desafíos que está dando Jorge y que hace que muchos sindicalistas no se sientan cómodos.
—¿El Gobierno trabaja en la división de la CGT?
—No, la CGT tiene el mismo problema en la organización y la conducción que tiene el PJ. Nosotros no trabajamos para esa división, nos encantaría tener una CGT que trabaje de manera orgánica y que nos permita debatir cómo generar más empleo y mejorar la capacitación.
—¿No beneficia a la Casa Rosada la atomización opositora?
—El PJ ha perdido identidad, mística y representación, al igual que la CGT. Se han quedado en la discusión de los cargos, de los símbolos y las marchas. Hoy veo difícil la unidad de la CGT desde el rejunte de dirigentes. Además, estoy convencido de que Cambiemos representa a la clase media argentina, ese sector que históricamente el PJ, incluso la CGT, habían representado.
—¿El Gobierno está detrás de las causas contra los gremialistas?
—No. Y los sindicalistas que tienen problemas judiciales tienen que dar explicaciones a la Justicia. Hoy vemos muchos de ellos que quieren hacer marchas o rejuntes de distintos gremios para paros nacionales, queriendo transformar un problema judicial en uno político.
—¿Moyano arma una marcha por sus causas?
—Moyano quiere transformar su problema judicial en un problema político. Se están levantando banderas en contra del Gobierno cuando Moyano tiene que entender que en la Argentina se terminaron los privilegios, que hay independencia real de poderes y que si quiere un problema judicial que presente sus argumentos y se defienda. La Argentina necesita terminar con los sindicalistas burgueses, millonarios, que piensan en sus intereses empresarios.
—¿Macri va por la reelección en 2019?
—En 2018 tenemos que dedicarnos a la gestión. Lógicamente como macrista y estando convencido del liderazgo de Mauricio, me encantaría que haya Mauricio para seis años más, pero será una discusión a futuro y que este año tenemos que cumplir con lo que la sociedad espera de nosotros.
—¿Fue más difícil la relación con los gobernadores
—Fue clave la reunión del Presidente con ellos la primera semana de gestión donde planteó una nueva relación no solo en lo formal sino de fondo. Y esto se fue dando en los hechos: con la gran mayoría construimos una gran relación, madura y constructiva, y que se vio tanto en las obras como en la devolución del 15% (de fondos). En el medio, obviamente, aparecen enojos y diferencias, pero hemos encontrado un camino con la mayoría.
—¿Hubo discrecionalidad en el reparto de obras?
—No hubo. En principio porque terminamos las obras que el kirchnerismo, discrecionalmente, definió en algunos lugares. Y por otro lado, todos los gobernadores tienen las puertas abiertas, todos tienen obras en base a sus necesidades. Es clave el rol de Rogelio (Frigerio) en este camino. Nadie puede decir que hay discriminación.
—¿El 2019 puede complicar la relación con los gobernadores?
—Es posible que aparezcan discusiones electorales. Hasta qué punto pueden darse, lo desconozco. Pero es parte del juego político-electoral. No creo que eso afecte la relación gobernadores-gobierno nacional. En todo caso, habrá discusión en las provincias, con Cambiemos queriendo ganar y ellos queriendo ganar también.
—¿Se molestó con el decreto sobre los familiares?
—No, y no es una medida aislada: es una cuestión institucional que sienta un precedente para instalar los cambios que llevamos adelante. Es el camino que también pide la sociedad.
—¿Qué opina de la gestión de Vidal? —
María Eugenia está haciendo enormes cambios, hay buenos ministros y ella está muy involucrada, tras haber recibido una provincia que Scioli dejó abandonada, en la peor situación financiera y de infraestructura. Fue el peor gobernador de los últimos veinte años y de los próximos veinte años.