Cristina arrancó su agenda porteña para ser ‘la Jefa’ de la oposición
“Oposición a todo”. Así se resume la estrategia política que comenzará a desplegar Cristina Kirchner en su regreso a la actividad en el Senado. La ex presidenta ya retornó a Buenos Aires luego de unas vacaciones repartidas entre Río Gallegos y El Calafate, pero todavía no pisó el Congreso. No obstante, su agenda porteña registró esta semana reuniones con sindicalistas de la mina de Río Turbio, tras más de 200 despidos, y con Julián Domínguez, un ex aliado de Florencio Randazzo que quiere volver al reducto kirchnerista.
Cristina, que se muestra en alerta ante la suba de tarifas y el avance de la inflación, contará con un bloque propio de ocho senadores y 65 diputados del Frente para la Victoria que comanda Agustín Rossi. Según explicaron a PERFIL desde su entorno, su prioridad será mantener ordenado el bloque en la Cámara alta, aunque en Diputados se encargaron de resaltar que “ella es la jefa política y todos los temas se consultan con ella”. Ya formalizó su participación en la Comisión de Presupuesto, y también estará en Relaciones Internacionales y en Asuntos Constitucionales, la misma que debería tratar el pedido de su desafuero, en el marco de la causa por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA.
Desde su despacho en el tercer piso del Palacio Legislativo –el mismo que ocupaba la ex cuñada de Máximo Kirchner, Virginia García–, Cristina promete que analizará “proyecto por proyecto”, pero con muy pocas chances de negociación. “Me votaron para discutir todo”, le aclaró el 27 de diciembre a Gabriela Michetti en su única intervención en el recinto, y le retrucó: “Nosotros no estamos acá para hacer relaciones o ponernos de acuerdo”. De esta manera, también se diferenció de los peronistas no kirchneristas que dieron pistas de su disposición a charlar ciertos temas con el Gobierno.
La férrea oposición quedará registrada en la marcha del 22 de febrero. Movilizará militantes con el diputado Hugo Yasky, de CTA.