Una banda de chicas pop, la estrategia de Kim Jong-un para acercarse al sur
Moranbong es un grupo creado por el líder norcoreano para aggiornar los consumos culturales en su país. la semana próxima podría actuar en un evento en corea del sur.
Como en 1971, cuando la célebre “diplomacia del pingpong” ayudó a tender puentes entre el gobierno estadounidense de Richard Nixon y la China maoísta, otro evento en apariencia trivial podría contribuir en los próximos días a destrabar uno de los conflictos más álgidos entre dos países de la actualidad.
La chance tendrá lugar este viernes en la ciudad surcoreana de Pyeongchang, donde se celebrará la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018, una cita deportiva que, por primera vez en años, ser virá como excusa para un acercamiento entre ambas Coreas. Allí no solo estarán presentes los atletas del Norte: también podría actuar el grupo musical norcoreano Moranbong, una banda pop integrada por veinte mujeres que fue creada hace algunos años por iniciativa del Líder Supremo Kim Jong-un, y que causa furor en su país.
Atizado por las tensiones nucleares y la virulencia discursiva de Donald Trump, 2017 fue un año para el olvido en cuanto a las relaciones diplomáticas en la Península de Corea. Se necesitan pequeños y sutiles gestos para empezar a reabrir las puertas al diálogo. Con esa premisa, negociadores de ambos países se reunieron varias veces en las últimas semanas para definir cómo será la participación norcoreana en el megaevento en el Sur. En esos encuentros, llamó especialmente la atención la presencia de la cantante Hyon Song Wol, la líder de la Moranbong Band.
El grupo hizo sus primeras apariciones en 2012, casi en simultáneo al éxito mundial del Gangnam Style surcoreano. Según el especialista británico Paul French, autor del libro North Korea: State of Paranoia, Moranbong nació como “una reacción del régimen a la creciente penetración, a través de los muros de la censura, de la moda y la música de Corea del Sur, que forman parte de la ‘ola coreana’ de soft power cultural que emana de Seúl”.
Desde sus primeras presentaciones, las chicas de Moranbong tuvieron como espectador privilegiado al mismísimo Kim, quien se ha mostrado en primera fila aplaudiendo a rabiar cada una de sus canciones. Con sus polleras cortas, tacones altos y peinados llamativos, las integrantes del grupo musical encarnan los patrones estéticos aggiornados que el régimen está dispuesto a tolerar. Y marcan tendencia: no solo actúan para la elite política, sino que suelen aparecer en la TV oficial y tienen miles de fans entre las jóvenes de Pyongyang.
Si consiguen presentarse en la ceremonia del viernes, es probable que las Moranbong también encuentren una audiencia ávida en el Sur, donde en los últimos años prolifera- ron programas de televisión, reality shows, novelas y videojuegos con el Norte como gran obsesión.
Aunque si la intención del gobierno de Kim es que sirvan como instrumento para la diplomacia, las chicas tendrían que adaptar su repertorio. En el Norte, suelen entonar canciones hiperpatrióticas, alabanzas al Querido Líder y loas al Partido Comunista. El comité organizador de los Juegos Olímpicos jamás permitiría algo así. Pero las Moranbong son versátiles: tal como puede verse en YouTube, también interpretan clásicos de Disney, bandas sonoras de taquilleras películas occidentales y temas románticos de Frank Sinatra.