Extraditan y procesan al líder de un cartel que operó en argentina
El presunto capo narco Williams Triana Peña, alias Willo, llegó al país el 12 de enero con una fuerte custodia que lo acompañó desde la cárcel de La Picota, en Bogotá, hasta la prisión de Ezeiza, donde permanece alojado bajo el sistema de Intervención para la Reducción de Indices de Corruptibilidad (IRIC).
Tres días más tarde, el presunto jefe vinculado a Los Urabeños, un cartel de drogas colombiano, fue trasladado al juzgado federal de Sergio Torres, en Comodoro Py, por las autoridades de la Sección Extradiciones del Departamento de Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA).
Allí fue indagado. “Me declaro inocente de los cargos que me están imputando. No pertenezco a ninguna organización criminal ni tampoco nunca he estado vinculado con el narcotráfico ni lavado de activos”, anunció y explicó por qué se instaló con su familia en los barrios más exclusivos del país: “En el año 2008 se- cuestraron a mi sobrino, hijo de mi hermano Erman, y luego fue asesinado a manos de la guerrilla de la FARC, pese a haber pagado el rescate que solicitaban. Antes de ello fue secuestrado mi papá, al cual liberaron, y la suegra de mi hermano Nelson, la cual también fue liberada”. “Esos fueron unos de los motivos para decidir viajar a Buenos Aires porque es un lugar más seguro y alejado de esa problemática”, dijo el colombiano acusado de liderar la organización, conocida como la Banda del Narcoarroz, desbaratada en 2015, tras un megaoperativo.
Este lunes, Torres resolvió procesarlo con prisión preventiva por considerarlo miembro de una asociación ilícita, en concurso real con los delitos de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y de contrabando de exportación agravado. Además, lo embargó por 4.500.000 pesos, una suma que estima el valor de la cocaína secuestrada a la organización.
La causa, en manos de la secretaría de Martín Uriona y el fiscal Federico Delgado, develó el funcionamiento de un cartel colombiano que operaba en Argentina desde 2010, y cuyos miembros ejecutaron una sofisticada red de lavado de dinero que incluyó negocios inmobiliarios, compra de jugadores, la organización de partidos de fútbol y el proyecto de construcción de un crematorio en Santa Fe, entre otros rubros y empresas, que habrían sido diagramadas por el abogado argentino Guillermo Heisinger y orquestada por el colombiano Carlos Yorelmy Duarte Díaz.
Willo, también conocido como el Jefe, dejó el país junto a sus hermanos –el pedido de captura de Erman sigue vigente– antes de los allanamientos y permaneció prófugo por once meses, hasta que fue capturado por Interpol en agosto de 2016.
La investigación cuenta con la colaboración de la Procunar y la Procelac, a cargo de Diego Iglesias y Gabriel Pérez Barberá, respectivamente.