MALA MEMORIA
Sorprende la nota publicada el domingo 4 por el secretario general de la CGT en la sección El Observador. El señor Juan Carlos Schmid manifiesta que no desea fungir como historiador, pero lo hace, cayendo en baches de la memoria que son imperdonables. * El jefe de la Revolución Libertadora fue el Gral. Eduardo Lonardi, que bajo el lema “Ni vencedores, ni vencidos” hizo rendir honores a las tropas derrotadas en la provincia de Córdoba. * El Gral. Pedro Aramburu y el Almte. Isaac Rojas fueron “medalla a la lealtad peronista”. * El presidente Arturo Frondizi nombró al Ing. Alvaro Alsogaray para frenar los planteos militares (uno por mes) que se realizaban simultáneamente con la quema de pozos petroleros a cargo de dirigentes gremiales partidarios del “nacionalismo de medios”. Frondizi tuvo cinco ministros de Economía y una sola política económica diseñada por Rogelio Frigerio; en ese clima devolvió la CGT a los trabajadores y hubo una política de pleno empleo; a Frondizi le interesaba el país, aunque las medidas que tomaba molestaron a su gobierno; por eso sancionó el Plan Conintes, pero fue el único gobierno desde 1945 que no cargó sobre sus espaldas con un muerto; cumplió su palabra: “No renunciaré, no me suicidaré, ni me iré del país”. Y tras su derrocamiento, fue preso a Martín García y luego al Sur. Su último domicilio fue el modesto departamento de la calle Beruti. Es la mejor demostración de que fue un gobernante que honró a la Nación, prestigió internacionalmente a la Argentina y, además, ejemplo de honestidad. Nadie ha explicado por qué es “el estadista silenciado”. Quizás esa explicación aclare el pasado y el futuro de Argentina. Eduardo Lorenzo De Simone lalodesimone@yahoo.com.ar