Syria frente al espejo
Syria Poletti (Pieve di Cadore, Italia, 1917 - Buenos Aires, 1991) fue una de las revelaciones literarias de la década del 60. Su primera novela, Gente conmigo (1961), agotó siete tiradas, recibió premios, y fue llevada al cine y traducida a varias lenguas. La reedición del libro en la colección Narradoras Argentinas de Eduvim recupera una obra tan reconocida en la época como olvidada más tarde, y descubre su notable actualidad en relación con las cuestiones de género y también la literatura autobiográfica.
Gente conmigo narra en primera persona la historia de Nora Candiani, una joven del norte de Italia que escribía y leía cartas para los campesinos analfabetos y que se convirtió en traductora de documentos públicos al emigrar a la Argentina. Su vida está marcada por una disminución física y por el hecho de que sus padres la dejaron al cuidado de una abuela, lo que sintió como un abandono.
La ficción remite a la propia vida de Poletti. Al igual que su personaje, fue en principio rechazada como no apta cuando quiso viajar a la Argentina para reunirse con su hermana mayor. Si bien finalmente recibió el permiso, la experiencia permaneció como un obsesivo tema de reflexión, registrado en la novela a través de las alusiones a la leyenda del monte Taigeto, el lugar donde los espartanos arrojaban a los deformes al vacío.
Candiani recuerda su historia a través de los cuadernos donde la registró. Está en la cárcel, detenida por falsificar documentos. La trama policial del asunto –en realidad, se revela al final, fue víctima de oscuros manejos de su novio– sostiene la estructura pero es secundaria respecto de las cuestiones que evoca la protagonista, anudadas en torno a la situación traumática de la inmigración y el desarraigo.
La Editorial Universitaria de Villa María reedita en el país “Gente conmigo”, primera novela de Syria Poletti (Pieve di Cadore, Italia, 1917 - Buenos Aires, 1991), una pieza notable muy valorada en su época, aunque olvidada más tarde y que hoy recupera actualidad en relación con las cuestiones de género y la literatura autobiográfica.
En el interior del monstruo. Novela familiar en sentido estricto, Gente conmigo comienza cuan- Syria Poletti, la portada de reciente aparición y la de una edición de Losada. do los padres de Nora se embarcan rumbo a América. “Entonces la Argentina se me figuró como un monstruo devorador de padres, madres y hermanos”, dice la narradora.
Esa imagen de la Argentina se vuelve imborrable. Nora quiere viajar para saber “cómo el monstruo se había devorado a los míos”. No la recibe el lugar de paz, felicidad y trabajo que presentan los relatos triviales sobre la inmigración sino un lugar donde se enfrenta con la pérdida, la desgracia y la tristeza. Un laberinto, según sus propias palabras, del que buscará la salida a través del oficio de escribir y leer.
Nada más lejos, entonces, de la imagen del crisol: “Se diría que este país tuviese la sangre aguada y que necesitara de la sangre de muchas razas para vivificarse y crecer. Entonces chupa, y crece, crece dilatadamente, pero en el fondo está intoxicado por las sangres que no logra asimilar”, le escribe la protagonista a su abuela.
La historia transcurre en Buenos Aires durante el primer peronismo, pero su verdadero ámbito es la memoria y los espacios interiores, un mundo de mujeres donde las voces de las viejas campesinas italianas resuenan en contraste con los pedidos de los inmigrantes pobres que buscan ayuda en Nora para enfrentar disposiciones legales que son vistas como actos de hostigamiento y en particular de injusticia hacia las mujeres.
El título de la novela alude precisamente a ese círculo de personas que acompañan a la protagonista, sin disminuir su sentimiento de soledad, y cuyas historias pueden leerse como pequeñas novelas autónomas. Son otros dramas de la inmigración, en los que la protagonista se mira como ante un espejo, como el de Valentina, la joven siciliana que llega casada por poder y rechaza a su marido, o el de Rafael, el joven deforme separado de su familia.
Gente conmigo adelanta asimismo planteos sobre la situación de las mujeres y cuestiones como el aborto, que sorprenden en muchos pasajes de la novela, como en las discusiones de Nora y Renato, su novio, un “moralista aburguesado” capaz de cualquier cosa con tal de lograr sus objetivos individuales.
A diferencia de otros escritores italoargentinos, Poletti no recurre al cocoliche ni introduce términos de su lengua natal. Sin embargo, la presencia del italiano se inscribe en la sintaxis particular del relato, construida con frases breves de sentido preciso y a la vez cargado de sugestión. Un “castellano bastardo”, según dice su alter ego, escrito en pugna con los dialectos que persistían en el habla cotidiana.
La vida de los otros se mezcla con la propia al ser contada, plantea Syria Poletti, y lo escrito no pertenece a nadie. “La gente de mi raza aprende el oficio antes de aprender a andar y lo lleva a cuestas como una herencia”, dice a través de su personaje. Gente conmigo lleva esa poética a su culminación.
El libro adelanta planteos sobre la situación de las mujeres y el aborto