El Kremlin responde por el rusiagate: “es pura cháchara”
El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, calificó ayer de “pura cháchara” las acusaciones elevadas por la Justicia de Estados Unidos contra 13 ciudadanos rusos por presunta injerencia en los comicios presidenciales del año pasado.
“Mientras que no dispongamos de los datos, será sólo pura cháchara”, dijo el jefe de la diplomacia rusa en una intervención en la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich, la cita anual de políticos, diplomáticos y expertos de defensa.
En Washington, el fiscal especial Robert Mueller acusó el viernes formalmente a 13 rusos y tres empresas de ese país por injerencia del Kremlin en las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Mueller imputó a la empresa Internet Research Agency LLC de orquestar una campaña en la red para influir en la campaña presidencial de Estados Unidos a través de las redes sociales.
Los rusos son imputados por delitos federales y por el intento de dañar el sistema político de Estados Unidos. En la acusación de 37 páginas, los fiscales describen un sofisticado complot para favorecer la campaña de Trump y socavar la de la rival demócrata Hillary Clinton.
Los acusados, entre ellos quien sería su líder, Yevgeny Prigozhin, un millonario conocido como “el cocinero” de V ladimir Putin, se encuentran en Rusia, fuera del alcance de la Justicia estadounidense. Los cargos no están dirigidos expresamente contra el gobierno de la Federación Rusa. Indiscutible. Pese a las palabras de Lavrov, el asesor presidencial estadounidense, Herbert Raymond McMaster, consideró ayer que las pruebas de que Rusia intentó interferir en las elecciones presidenciales de 2016 “son ahora indiscutibles”.
“Como se puede ver en la imputación del FBI, la evidencia es ahora indiscutible y de dominio público, mientras que en el pasado había sido difícil de atribuir por una serie de razones”, señaló el asesor de Donald Trump en la Conferencia de Múnich.
“Pero ahora está en el ámbito de una investigación legal y será muy evidente para todo el mundo”, dijo.
Las declaraciones del general McMaster son hasta ahora las más claras de la Casa Blanca al respecto. Trump había desestimado la posibilidad de una injerencia rusa en las elecciones y afirmado que se trataba de un “invento”. Respeto. Por otra parte, Lavrov llamó a la Unión Europea, a la OTAN y a Estados Unidos a tratar a su país con más respeto.
“En los años 1990, Rusia fue tratada como una alumna y ahora está siendo vista como una amenaza”, se lamentó, y dijo que su país quiere ser un socio fiable. “Estamos dispuestos a entablar un diálogo abierto y respetuoso”.
El canciller ruso pidió más cooperación a la Unión Europea en la solución de los conflictos internacionales. “Queremos una UE predecible, una UE fuerte, que sea un actor responsable en el marco de la política exterior mundial”, afirmó.