Kosovo celebra este fin de semana diez años de independencia de serbia
Kosovo celebró ayer diez años de independencia de Serbia, que sigue sin reconocer al estado que fuera antes una de sus provincias y cuya población es en su mayoría de origen albanés.
Los colores amarillo y azul de la bandera llenaron las calles de Pristina, engalanadas para un fin de semana de celebraciones que incluían, anoche, un concierto de la cantante pop británica Rita Ora, nacida en la capital kosovar.
Cuando Ora apenas era un bebé, en 1991, su familia abandonó Kosovo, sometido entonces a la represión impuesta por Serbia cuyo presidente, Slobodan Milosevic, había suprimido el estatuto de autonomía de la provincia. Guerra. En 1998 estalló un conflicto entre el ejército serbio y el UCK, la guerrilla independentista albanokosovar.
Esa guerra, que dejó 13 mil muertos, terminó en 1999 tras once semanas de bombardeos de la OTAN, llevados a cabo bajo el impulso de Estados Unidos para obligar a Belgrado a retirar a su ejército y su policía de Kosovo.
Tras esa retirada, una misión de la ONU y una fuerza de la OTAN se desplegaron en la región.
El 17 de febrero de 2008, los diputados kosovares proclamaron la independencia, para disgusto de Serbia.
“Kosovo personifica el deseo de los ciudadanos de vivir libres”, afirmó ayer el primer ministro Ramush Haradinaj durante una reunión del gobierno.
Haradinaj reconoció que las autoridades no respondieron por completo a las expectativas de creación de un Estado moderno. Rechazo serbio. El viernes, profesores de todas las escuelas describieron a sus alumnos “los esfuerzos que hizo el pueblo de Kosovo durante años para ganar su libertad y su independencia”. Los niños de la minoría serbia –cerca de 120 mil de los 1,8 millones de kosovares– no oyeron, por supuesto, el mismo discurso.
Las dos comunidades apenas se mezclan, como queda de manifiesto en Mitrovica. En esa ciudad del norte de Kosovo, los serbios viven al norte del río Ibar y los albano-kosovares al sur.
Los primeros rechazan la independencia del territorio y siguen leales a Belgrado, que considera a Kosovo su provincia meridional.
Con el apoyo de Moscú, Serbia se opone con éxito al ingreso de Kosovo en la ONU. Su independencia fue reconocida por 115 países.
Pero diez años después de su proclamación, todavía hay cerca de ochenta países que no la reconocieron oficialmente, entre ellos Rusia, China, India, Indonesia, Brasil o España.
moscú y belgrado bloquean hasta ahora su ingreso a las naciones unidas