El círculo rojo de Mirtha.
Tuvo al poder sentado a su mesa, pero esta vez no fue para la tevé sino por su cumpleaños 91. Macri y Awada, María Eugenia Vidal, Tinelli y su mujer, Suar: presencias top de la celebración.
El poder puede manifestarse de varias maneras. Una es generando una logística para evitar que, por ejemplo, integrantes de una familia millonaria pase a ser exhibida en redes sociales y sobre todo en medios de comunicación. Algo que suele ser complejo y, en algunos casos, oneroso. Otras, provocando lo contrario y asumiendo los riesgos de perder la invisibilidad mediática. También hay otra alternativa, quizá igual de costosa que la primera, y es la de manejar de manera adecuada cuándo aparecer y cuándo no.
Hace unas semanas, un empresa r io cuyo apellido ranquea entre las siete familias argentinas incluidas en la lista de multimillonarios del mundo que en 2017 publicó la revista Forbes exhibió su poder de convocatoria numérica y su liquidez: Alejandro Roemmers invitó con pasajes aéreos y estadía incluida en Marrakech a 600 invitados para celebrar su cumpleaños número 60. Y además de paseos por el centro de la ciudad y una travesía por el desierto, ofreció una misa, dos noches de fiestas temáticas y recital de Ricky Martin. Y no pidió regalos, sino que sus invitados hagan donaciones a determinadas entidades.
El viernes por la noche, en una de las casas que integran esa sección porteña estimada por variables múltiples que es Barrio Parque, Mirtha Legrand celebró sus 91 años. También Silvia –o Goldie–, su hermana gemela. Y fue Mirtha la que llamó por Whatsapp a sus invitados. Del resto –más que nada de sumar a la familia y a algunos amigos comunes y de toda la fiesta– se encargó su hija, Marcela Tinayre. Y la conductora no pagó aéreos ni estadías; tampoco reunió 600 invitados. No le hizo falta todo
eso para ostentar un poder que, sobre todo desde diciembre de 2015, tiene o se le otorga.
Todos con ella. En la mesa principal de su cumpleaños, Mirtha ubicó a su hermana –ambas sentadas en unos sillones distintos a los de todo el resto– y a su hija, su nieto, Marcelo Tinelli y Guillermina Valdes, Adrián Suar, Daniel Funes de Rioja –vicepresidente de la UIA y presidente de Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios) pero a quien Mirtha presentó como “mi abogado”–, a María Eugenia Vidal y a Juliana y Macri, con Valentina y Antonia. En el resto de las mesas, los demás. Solo faltaron con previo aviso Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió.
En una semana donde la gestión presidencial acumuló una sumatoria de hechos que hacen de este febrero un mes inolvidable en el peor de los sentidos, Mirtha igualmente tuvo a la go- bernadora y al Presidente cantándole el Feliz Cumpleaños y aplaudiendo a los mariachis que entonaron Las mañanitas. También, por ejemplo en el caso de Macri, aportando una cuota de humor al relatar micrófono en mano cómo fue su primer encuentro con Mirtha. “El otro día te conté algo que me acordé justo cuando fuiste a ‘Chapa’ (N. de la R. se refiere a Chapadmalal), que yo tenía unos 23 años y yo estaba casado con Ivonne (Bordeau) y mi padre te invita a una comida rara que había un montón de gente; toda gente mucho más grande que yo... Estaba, recuerdo, Alsogaray, Prémoli
(Luis, el coronel que fue pareja de Amalia Fortabat), otras más y y Mirtha”, comenzó relatando Macri. “Entonces todo el mundo empezó a hablar de no se qué temas de actualidad y yo que estaba ahí comiendo hace una hora y media, tenía que decir algo... Fui tomando envión, tenía 23 y me decía coraje , coraje... Finalmente digo: ‘Bueno...’ y siento que alguien dice: ‘¿Quién es este joven que va a hablar?’ y toda esa seguridad que había construido se me demolió en un segundo y no sé en qué terminó la frase. (...) Eso más o menos se repitió cada programa que tuve que ir a la mesa de Mirtha porque siempre arrancaba algo y ¡Pum!... Pero bueno, yo sabía que cuando más te quiero más te apaleo. Ella siempre me decía que me quería mucho y yo terminaba con la cara llena de dedos”. Para los invitados, el relato arrancó carcajadas; para Mirtha, una sonrisa que revalidó qué representa ella para el Presidente.
Así ella le dijo que creía que él no le había traído regalo. Rápido para responder, Macri le dijo que se equivocaba: “Cuando entré había un montón de paquetes y a algunos les puse ‘De Mauricio’”.