Quieren poner en órbita un hotel inflable en el año 2021
Cada módulo está hecho con capas de telas y membranas de alta resistencia. se les inyecta aire a presion y se vuelven habitables.
Si los planes de Robert Bigelow se cumplen al pie de la letra, en menos de un lustro los turistas adinerados podrán hacer su reserva para pasar unos días de vacaciones en el lugar más exótico hoy imaginable: un hotel inflable que orbitará alrededor de la Tierra.
Su creador presentó esta semana su nueva compañía, la Bigelow Space Operation (BSO), que se encargará de explorar todas las oportunidades de negocios relacionadas con este nuevo tipo de estaciones espaciales que su empresa diseñó y que ya está siendo ensayada.
La idea del proyecto es armar una estructura compleja, formada por varios módulos inflables, conectados entre sí y que ofrecen funcionalidad y seguridad, a un costo mucho más accesible que las estructuras rígidas de los módulos tradicionales.
Estas estaciones podrán orbitar la Tierra, pero eventualmente también la Luna o Marte, siempre en órbitas “bajas”, de entre 200 y 500 kilómetros de altitud.
El precio de la estadía, cuando finalmente este hotel espacial esté operativo, se calcula en algunas decenas de millones de dólares. Aunque es posible que, además
Actualmente el BEAM en prueba dispone de 16 metros cúbicos y está ligado a la ISS.
Su próximo diseño inflable tendrá 330 metros cúbicos disponibles.
Podría albergar, en forma permanente, un laboratorio con un equipo de seis personas trabajando.
Podría orbitar la Tierra, pero también la Luna y, en el futuro, Marte. de recibir turistas, también se dedique a otros menesteres. Por ejemplo, Bigelow planea alquilarlo como laboratorio a países o grandes empresas que quieran realizar proyectos de investigación en el espacio.
El creador del emprendimiento es un excéntrico multimillonario norteamericano que hizo su for tuna como desarrollador inmobiliario y hotelero. Pero que, desde hace ya dos décadas, invierte en proyectos relacionados con el espacio. De hecho, su idea original, el módulo inflable, inspirado en proyectos de la década del 60, está siendo actualmente testeado en detalle, gracias a un contrato financiado por la NASA.
Se trata del proyecto BEAM que se acopló a la International Space Station (ISS) en 2016 y que permanecerá allí al menos hasta 2020. En este tiempo se están estudiando su seguridad y su rendimiento. Y, mientras tanto, se lo utiliza como depósito transitorio de mercadería y equipos que necesitan los astronautas que habitan la Estación.
La presentación oficial del nuevo proyecto espacial parece sincronizada con las recientes intenciones del presidente Donald Trump, cuyos planes espaciales acaban de ser filtrados por The Washington Post. Las ideas que estudia el equipo del presidente implican que la ISS salga del actual cobijo del presupuesto nacional que maneja la NASA, en la que EE.UU. invierte anualmente unos US$ 3.500 millones, y se reconvierta en un nuevo tipo de emprendimiento básicamente financiado por fondos privados.
Todo este proceso de cambio, según Trump, debería ocurrir a partir de 2025. Y es parte del programa que implica dejar las actividades del “espacio cercano” en manos de la iniciativa privada, mientras la NASA se concentra en el espacio “profundo”.