La misteriosa comarca
Testimonios del antiguo pueblo de San Martín. La costumbre, la educación, los “ingleses” y el “progreso” Autora: Maud Daverio de Cox Género: historia Otras obras de la autora: El exilio y el otro; Memorias desde el puente Oberbaum; Sueños, misterios y fantasmas de Buenos Aires Editorial: Prosa Editores, $ 140
Obra polifónica, ensayo historiográfico, esbozo autobiográfico, investigación genealógica, pero también memorias de un tiempo perdido y álbum fragmentario de fotos familiares, el libro de Daverio de Cox conforma un mapa casi benjaminiano de San Martín desde su fundación hasta los años 40 del siglo XX, cuando esta localidad de la provincia de Buenos Aires ya es una próspera ciudad.
A partir de sus recuerdos y de testimonios directos, la autora confecciona un mosaico de relatos y evocaciones de todo un modo de vivir y de sentir, de pensar y habitar, de familias criollas e inmigrantes (y sus descendientes) que van construyendo su lugar en el mundo, a pocos kilómetros de la gran metrópolis y mimetizados con los acontecimientos históricos.
Incluso, hasta cierto punto indecidible, la obra construye (en ese intento de reconstrucción de una vida pueblerina extinta) una sagaz metonimia de la
sociedad argentina, tan poco supersticiosa como respetuosa de las criaturas que vuelven a la vida para mostrarse fugazmente. El pueblo-ciudad de San Martín funciona como una caja de resonancia (o una mónada) en donde resuena la marcha de la historia en las transformaciones políticas y sociales, en la mutación de las costumbres, en las formas de amar, en la música que se baila y se escucha.
Sin embargo, cautiva entre el signo del progreso y las catástrofes de las guerras mundiales, la porción de historia que saca a luz Daverio de Cox (nieta de Kathleen Boyle, fundadora del primer colegio inglés de San Martín en 1897) surge carente de nostalgia o melancolía y más bien se presenta, tras una extraña aureola –como en los antiguos retratos–, inquietada por apariciones de fantasmas y el cine de Hollywood, familias exóticas (los Parravicini), militares golpistas, pioneros de la aviación (José María Pérez Arzeno) o historiadores autodidactas (Hialmar Edmundo Gammalson, premiado en varias ocasiones). En todo caso, son estos astillamientos en la rutina pueblerina los que hacen de aquel San Martín ya lejano, desvanecido en el tiempo, una misteriosa y viva comarca.