Ven inflación más baja desde mayo, pero con un piso del 1%
Febrero marcará un pico de entre 2,5% y 3%. Desacelera en el segundo semestre, aunque sin acercarse a la meta del 15%.
Tras el pico que alcanzará la inflación en febrero, en torno al 2,6% –según distintas consultoras–, impulsado por el ajuste tarifario en la luz, transporte, prepagas y combustibles, los analistas avizoran un sendero de desaceleración en los próximos meses, con un piso de entre 1% y 1,2% mensual durante el segundo semestre.
Los analistas que participaron del Relevamiento de Expectativas del Mercado, difundido por el Banco Central, trazaron un camino del 1,7% en marzo, repunte del 1,9% en abril, y luego reducción al 1,4% en mayo y junio, hasta el 1,3% en el bimestre julio-agosto.
Sin embargo, economistas consultados por PERFIL plantearon que el descenso no alcanzará para cumplir con la meta oficial anual del 15%, proyectan entre el 19% y el 22%, y más allá del efecto tarifas encendieron la luz de alerta en el ritmo de emisión monetaria, un ítem que también se le cuestionaba –en mayor medida– al kirchnerismo.
La consultora Ferreres estimó que la inflación de febrero fue del 2,6%, y detalló que “el rubro que más impactó” fue Transporte y Comunicaciones, “que aumentó el 8,2%, aportando 1,1 puntos porcentuales”, por la suba en colectivos y trenes en torno al 36%, y en combustibles del 6%”.
Ecolatina también calculó que el IPC nacional de febrero fue del 2,6%. El economista de la consultora, Matías Rajnerman, dijo que “la inflación del primer cuatrimestre es movida, pero después en mayo empezará a relajar un poco”, y proyectó cerrar 2018 en el 21%. Explicó a PERFIL que “la estimación anual fue subida en las últimas semanas producto de la sequía, que puede golpear la oferta de dólares y reducir el stock ganadero, lo que empuja al alza los precios de lácteos y carnes”.
Para los economistas, la inflación no es culpa solo de las tarifas, sino que ponen el foco en la emisión monetaria. Ramiro Castiñeira afirmó a PERFIL que “lo único que genera inflación es la emisión monetaria”, al advertir que en los últimos dos años la cantidad de dinero creció en torno al 25% anual.
Fausto Spotorno, de Ferreres, coincidió en que ,“como la política monetaria no ha sido todo lo dura que debería haber sido”, la inflación viene bajando a un ritmo “más lento” del objetivo, y si bien prevé una desaceleración en el segundo semestre con un piso de entre el 1% y el 1,2% mensual, vaticinó que será “difícil” cumplir la meta oficial, y el año cerrará en 19%.
En la misma óptica, el último informe de Economía&Regiones alertó que “el BCRA continúa emitiendo de más”. Juzgó que “está cometiendo el mismo error de fin de 2016 y comienzos de 2017: relajar la política monetaria cuando todo indica que hay que hacer lo opuesto”, y previno que “haciendo lo mismo se obtienen cada vez peores resultados”.
“En el primer bimestre de 2018 la base monetaria creció un 25% interanual”, indicó el reporte y pronosticó que “si los agregados continúan creciendo por arriba del 20%, la inflación anual difícilmente caiga por debajo del 20%”.
La sequía, al reducir los stocks ganaderos, también pega en lácteos y carnes