EDUCACION IV
no es una persona real, pero tampoco este es un relato de ficción, pues la vida de Ana se replica en miles de maestras y maestros que trabajan y sostienen su hogar. ¿Es posible que todas estas personas sigan sufriendo el menosprecio de los gobernantes que las acusan de ausentarse sin motivos, de enfermarse por demás, de tener tres meses de vacaciones y trabajar cuatro horas? ¿Cuándo el docente verá su jerarquía profesional respaldada por un salario acorde, que le haga ocupar el lugar social que se merece? ¿Cuál será el gobierno que cambie el paradigma educativo que arrastramos desde hace cincuenta años o más y atraiga con buenos salarios hacia la docencia a los más capaces? Finalmente, ¿quién puede sostener que es justo cobrar sumas no bonificables, que no integran el aguinaldo ni la jubilación, en lugar de aumentar el salario básico del docente, que está por debajo de la línea de pobreza? Miguel Angel Reguera miguelreguera@yahoo.com. ar Por el acceso a la educación, no al cierre irracional de escuelas. La educación es una inversión, no un gasto, y el Estado no es una empresa mercantilizada. Mariano Moreno expresó: “Es necesario destruir los abusos de la administración, educar al pueblo sin traicionar sus justas esperanzas”; por otro lado, el papa Francisco llamó a no idolatrar el dinero, a no excluir al otro y a accionar para “un salvataje” de la humanidad basado en “construir la paz desde la educación y el amor”. En este contexto, ¡qué importante es el rol de la escuela pública, gratuita y laica! y de sus docentes. Prof. Dr. Damián Pablo Ballester dpballester@ciudad.com.ar