El trauma en la piel
Nos encontramos con la escritura del propio cuerpo a lo largo de toda la existencia, desde los rituales de los pueblos originarios, donde también se usaban con finalidades punitivas, discriminatorias, creativas y terapéuticas.
Existió desde tiempos inmemoriales, como se comprueban en momias halladas que ya tenían hechos tatuajes con finalidades principalmente terapéuticas. Recientemente, antropólogos forenses han descubierto que uno de los restos humanos de 5.300 años de antigüedad (llamado Ötzi, el hombre de las nieves) tenía sesenta tatuajes sobre el cuerpo. Los científicos sugieren que formaban parte de un tratamiento médico, a modo de acupuntura, ya que las marcas se encuentran en puntos donde tenía lesiones físicas: incisiones bajo la piel donde se alojó una mezcla de carbón y hierbas. En ese sentido, podemos observar el uso de los tatuajes en medicina, con fines terapéuticos, por ejemplo en las marcaciones quirúrgicas luego de la extracción de un tumor o en radioterapia, en la reparación estética luego de las cirugías de cáncer de mama, como también del vitiligo.
La posibilidad de seguir investigando la importancia de los tatuajes aplicados en el ámbito de la medicina, particularmente en lo que a cirugía reparatoria se refiere, ha alcanzado un amplio desarrollo con resultados muy satisfactorios, como también implican ciertos peligros que ya que pueden ser encubridores de síntomas graves en la piel.