Médicos bolivianos en el país se suman al debate por el posible cobro a extranjeros
para el jefe de guardia del piñero, que vive en argentina hace 25 años, “abusamos de las bondades del sistema”. Dos jóvenes residentes dicen que “quienes vienen no pueden pagar”.
La posibilidad de arancelar la atención y formación a los extranjeros no residentes en los hospitales públicos de la Ciudad generó una inesperada polémica entre los médicos de nacionalidad boliviana que trabajan y se perfeccionan en algunos de ellos. Esta semana, en paralelo a la presentación del proyecto de ley del diputado de Cambiemos Luis Petri, en Jujuy el gobernador Gerardo Morales recibió el respaldo del gobierno nacional por la intención de cobrar una tasa a los extranjeros, especialmente bolivianos, que se atienden allí.
Gonzalo Churruarín nació en Bolivia, es jefe de guardia del Hospital Piñero y director de la carrera de Cirugía General en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y está a favor de que sus compatriotas retribuyan esa atención médica: “Toda persona que recibe un servicio debe retribuirlo, más si es un tratamiento médico que resulta oneroso y previsible, excepto las urgencias. En Argentina, el sistema sanitario está colapsado por la sobredemanda”, explica a PERFIL. “Y, en estas condiciones, el objetivo de brindar el servicio a la comunidad está comprometido, no solo –pero también en gran parte– porque llegan al sistema público pacientes extranjeros que no están incluidos en ese compromiso constitucional, o con obras sociales que no responden económicamente al hospital”, argumenta. Y agrega: “Y cada vez es más caro llevar a cabo esa atención, debido a que los medicamentos, los diagnósticos y los procedimientos terapéuticos que se desarrollan tienen un costo “Todos tributamos para que la atención suceda”, dice Castillon, residente del Muñiz.
El doctor Churruarín, jefe de guardia del Piñero (izq.). Asegura que “No es xenofobia” querer cobrar a quienes no residen en el país. Por el no. Cristian Castillón también es médico. El joven boliviano es residente del Hospital Muñiz y está en desacuerdo con su colega: “La gente que llega desde Bolivia para atenderse acá no tiene los medios para afrontar un tratamiento. Si bien aquí la atención es gratuita, todos tributamos para que ello suceda. Yo también tributo en este país”, dice. “En Bolivia, la atención sanitaria solo es gratuita para los niños menores de cinco años, las mujeres que dieron a luz hasta el año de vida de sus hijos y para los mayores de los 65 años. El resto de los ciudadanos debe pagar por atenderse, por tal motivo vienen a la Argentina”, agregó.
En tanto, Ximena Vicente coincide con su colega. Ella estudia y trabaja en el Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan, en el sector de Cardiología. “Por más que el seguro de salud cubra a un niño menor de cinco años, por ejemplo, no cubre ciertas patologías como las cardiopatías o leucemia. Cuando algunos de los chicos de una familia de Bolivia sufre alguna de estas enfermedades, migran hacia la Argentina. Saben que los pueden tratar y seguir con el tratamiento. No creo que sea cierto que los extranjeros ‘sacan’ lugar a los locales: los recursos están, de lo contrario los hubieran restringido desde un primer momento”, cierra.
“no ‘le sacamos’ lugar a los argentinos: los recursos están”, dice Vicente.