Triaca resigna poder en su ministerio y comparte el manejo de la agenda laboral
El vicejefe de Gabinete, uno de los que sostuvieron al ministro, tomó protagonismo en la negociación con la cGt. también se sumó a su equipo un hombre de Dietrich.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, retrocedió algunos casilleros tras el escándalo producido por el caso de Sandra Heredia, la empleada de su familia que también trabajó en la intervención del SOMU. Por un lado, ganó protagonismo directo el secretario de Coordinación Mario Quintana en la relación con los sindicatos y la resolución de temas clave.
Por otro lado, el ministro debió aceptar la llegada de un funcionario del riñón de Guillermo Dietrich, Lucas Fernández Aparicio, y su ascenso al rango de secretario. Esto marca un contraste con el equipo que había logrado consolidar Triaca tras la salida del viceministro Ezequiel Sabor, en agosto del año pasado, con secretarias cien por ciento propias.
Quintana no está enfrascado en un enfrentamiento con el ministro. De hecho, fue una figura clave para garantizar su continuidad. Sin embargo, múltiples fuentes gremiales y del Gobierno corroboraron que asumió en las últimas semanas un rol mucho más directo en la relación con los principales gremios de la CGT.
Este expansivo funcionario, parte del tridente de conducción del gabinete que completan el jefe de Gabinete y Gus- tavo Lopetegui, pasó en varios temas a tener una gestión personal de cuestiones claves que atiende el ministerio, como el posicionamiento frente a las internas de la central peronista, en plena convulsión por la salida de Pablo Moyano, o la resolución de paritarias estratégicas. Quintana también fue clave en la redefinición de la reforma laboral, que será tratada en tramos, algo que fue celebrado entre los principales gremios de la CGT, porque les permite separar los palos de las zanahorias.
Cerca del ministro indicaron que Quintana siempre ha sido su jefe y que todo lo que se hace está siendo “100 por ciento coordinado”. También insistieron en que el cierre de paritarias está bajo el control del titular de la cartera y que se están alcanzando los objetivos fijados, con cierres cercanos al objetivo de inflación anual del Gobierno, el 15%.
Sobre la llegada de Fernández Aparicio, señalan que fue una forma “inteligente” de “abrir el juego”. El funcionario fue director de Relaciones
El ministerio está comandando las negociaciones paritarias con el objetivo de acercarlas a la meta de inflación.
Hay un frente de conflicto abierto con una de las principales figuras gremiales, Hugo Moyano.
El ministerio también gestiona programas de trabajo y asistencia en pleno proceso de reforma.
Sigue abierta la agenda de reformas laborales pendientes del año pasado. Laborales del Ministerio de Transporte y luego pasó a administrar Ferrobaires. El año pasado asumió como subsecretario y en marzo pasó a ocupar la Secretaría de Atención Ciudadana y Servicios Federales de Trabajo. Diversas fuentes confirmaron que es un hombre de Dietrich, pero en el ministerio insisten en que el trabajo está coordinado y que forma parte del equipo sin que exista ningún tipo de resquemores por su llegada. Cayetano. El objetivo de esta unidad sería reforzar dos frentes de negociaciones.
Por un lado, ganar fuerza en su pedido de ingresar a la CGT en pie de igualdad con los sindicatos confederados. Esta idea tiene adherentes pero también fuertes detractores en la central obrera, que por estos días redefine su conducción. Por otro lado, buscan reforzar su poder de negociación frente al Gobierno, en medio de tratativas por el futuro de los planes sociales.
Por estos días se multiplican las gestiones para lograr un fórmula que permita mantener el nivel de empleo en obras de cooperativas.
Algunos sectores estaban presionando por activar medidas de protesta, pero por ahora prevalece la idea de evitar salir a las calles y priorizar las instancias de diálogo.