Por la vida
les, con el rechazo de la comunidad internacional. Hay organizaciones que prenden la alarma cuando se va a lapidar a una mujer y otras que luchan en contra de la extirpación obligatoria del clítoris que se practica en varios países islámicos. Hemos participado de varias cibermovilizaciones mundiales para detener estas br utalidades. Si se hubiese aplicado la disposición que pena el aborto en Argentina se habría apresado a cientos de miles de mujeres por año, las cárceles estarían atestadas y haríamos el ridículo universal. Felizmente no hay mujeres detenidas por abortar. Si se deja de penalizar el aborto, se deroga una disposición legal que no se aplica, porque a los jueces les da vergüenza hacerlo.
Ninguna mujer aborta porque le parece divertido hacerlo. Para to- mar una decisión como esta cada una de ellas tiene sus propias motivaciones surgidas desde los complejos laberintos de su biografía y su psicología. A algunos les gusta juzgar a los demás y condenarlos por cualquier causa. Quienes creen que existen mujeres que tienen el hobby de abortar son hombres incapaces de comprender la realidad de la mujer. Si se deroga la criminalización del aborto no se incrementará el número de abortos.
Esos son hechos: se discute la derogación de una disposición legal que nadie respeta.
Otro es el ámbito de las creencias. Cada persona es libre de creer lo que quiera mientras no trate de imponer su fe a los demás. Hay quienes prohíben el uso de anticonceptivos porque suponen que atentan contra la vida y los planes de algún dios. Hasta hace poco esta creencia estaba difundida, hoy casi ha desaparecido. Antiguamente en Occidente, y todavía en algunos países islámicos, se creía que el cuerpo de la mujer es fuente del mal y se lo oculta con vestimentas estrafalarias. Algunos creemos que las dos revoluciones que cambiaron a la humanidad en el siglo XX fueron la revolución tecnológica y la incorporación activa de la mujer en la sociedad, a partir de la difusión de los anticonceptivos. Desarrollamos el tema ampliamente en el libro Mujer, sexualidad, internet y política, que publicamos con Santiago Nieto hace más de quince años. En los próximos días saldrá una nueva versión corregida y aumentada.
El pa ro mu nd ia l de la s muje - res del 8 de marzo fue el detonante de bastantes reivindicaciones de mujeres que se sienten excluidas y quieren acabar con algunas de las taras de esta sociedad machis-
Hay quienes prohíben el uso de anticonceptivos por creer que atentan contra la vida y los planes de algún dios