Efecto 8M: denuncian a director de agencia de rr.PP. por acoso
Efecto 8M, #Time’sUp, llámese como se quiera: lo que es claro es que los testimonios para desenmascarar conductas de acoso y abusos sufridos por mujeres –en todos los ámbitos, pero especialmente el laboral– parecen imparables. Ayer, le tocó el turno a Marcelo Altuna, socio de Personally, una reconocida agencia local de relaciones públicas que maneja las cuentas de algunas de las multinacionales más grandes del país.
A partir de un comentario de una ex empleada a un posteo de la mujer de Altuna a propósito del Día de la Mujer, en el que le “sugiere revisar algunas conductas de su marido” al hablar de la utilidad del feminismo, decenas de mujeres que trabajaron o trabajan con Altuna denun- ciaron, en algunos casos con detalles gráficos, acosos que habrían sufrido durante su paso en esa empresa.
El testimonio de Florencia Victoria fue uno de los más contundentes. Trabajó como asistente de Altuna hace diez años. En su posteo describe las consecuencias de salud que sufrió, más allá de los maltratos y acosos sexuales, al dejar su puesto, y la poca empatía que recibió de parte de las socias de Altuna, Laura Palermo y A l i c i a Vo n der Wettern. “Nos sorprendió muchísimo la repercusión del tema, si bien estábamos todas al tanto. Lamentablemente, no me sorprendió ninguno de los comentarios. Trabajar así era para nosotras moneda corriente. El horror es que es el mismo modus operandi que
“creíamos que trabajar así era el precio que había que pagar por estar allí”, dice victoria
denuncian las chicas que aún están hoy. Era una presión que, entendíamos, era ‘el precio que teníamos que pagar’ por estar en ese lugar”, contó a PERFIL.
Al testimonio de Victoria se suman los de decenas de otras víctimas y testigos, actuales y pasados, de las conductas de Altuna. Según Magdalena Villemur, que trabajó dos años en la consultora, “fui testigo presencial de muchas situaciones. Trabajé como asistente de un ejecutivo varón y el 80% éramos mujeres. Era muy común cruzarse con compañeras que lloraban o sufrían ataques por el hecho de ser mujer, desautorizadas en reuniones, despreciadas por ser madres”.
Por su par te, el Consejo Profesional de Relaciones Públicas mandó un comunicado que “repudia cualquier comportamiento contrario a los estándares de ética de la institución” e invita a sus socios a “discutir esas temáticas con seriedad”, entre otros pos- tulados.
Según fuentes vinculadas a la empresa, las socias y Altuna –que fue consultado por PERFIL pero no hizo declaraciones, y que se encontraría en Bariloche por un evento deportivo– habrían convocado al personal a una reunión de emergencia en sus oficinas, y las socias hablarían con sus clientes. “No hay forma de que ellas no supieran, era un secreto a voces”, aseguraron ex empleadas de la empresa.
Consultada por PERFIL, Von der Wettern sólo dijo estar “asombrada y conmovida por los comentarios que leí en las redes. En mi carrera fui víctima de muchos maltratos pero, gracias a un gran trabajo personal, siempre tuve la fuerza de salir adelante. Tengo las puertas abiertas para quien me necesite”.