Las letras: “tírense todos al piso que les vamos a robar”
el segundo con más visitas de la crew luego de Para mi barrio, que supera el millón setecientos.
“Así se vive en el barrio hoy en día, más en un lugar marginado”, explica Manuel sobre la crudeza de sus letras.
“Cuando pasan las cosas, hay que dar la cara. Están todos presos”, dicen los tres sobre el Oso, el rapero que fue detenido por participar en entraderas y el robo a la casa de un fiscal en Ituzaingó. “Si vos decís algo tenés que demostrar que es verdad. Nosotros no mentimos”, afirma Franco. “Cada uno sobrevive a su manera, es lo que uno elige. Si esta gente se dedicaba a eso (robar) y, bueno, dale que va. Acá es algo común”, agrega Nagu. “Un pibe de once años que se esté drogando y robando yo lo veo normal. Vas creciendo y lo ves”, entiende Manuel.
“Nos damos cuenta de que para otras personas lo que está pasando en el barrio no es común”, dice Franco. “Yo tengo mi estilo de vida, no sé si será diferente. Yo me crié en la calle y voy a morir en la calle. Por más que yo quiera des- pegar de acá, voy a seguir con el mismo pensamiento. Lo tomo como algo bueno porque yo camino de noche, en cualquier lado, a la hora que sea y me siento seguro porque sé que nadie me va a hacer nada”, sostiene Nagu.
Además de las presentaciones, Nagu se gana la vida como barbero. En el grupo se convirtió en una celebridad: “Me piden autógrafos”, dice incrédulo pero con una sutil sonrisa en el rostro. Tiene antecedentes pero “nunca por robo”, aclara. En 2015, el sello discográfico difundió Cambié el arma por el micrófono, rap en el que reflexiona: “La vida no son solamente casquillos y plomo”. Quiere terminar la escuela y estudiar en la universidad “alguna carrera relacionada a la producción de audio y video”. “Todos los que nos dedicamos a esto queremos vivir de la música, pero se complica un poco”, se lamenta.
Para Franco, como para el resto de los raperos, “terminar preso es la pesadilla de todo pibe de barrio; o muerto, porque también pasa”. En Youtube se puede encontrar Robo, de Joyas Crew y Massi Nada Más, otro video con armas y apología del delito: “Tírense todos al piso, que les vamos a robar. No quieran hacer ninguna, porque lo vamo’a quemar. Entreguen todo el negocio, si no quieren aceptar, vamó a patear la puerta y vamó´ a entrar, como se la vamó a copar. Ya no queremo ser pobre, queremos comida y el cobre. Todo como corresponde, asado el finde con lo grone. Así que la plata dónde está, dónde la esconde. Venimo a quedarno’ con todo lo tuyo y vas a quedarte callado y en el molde. Entré directo, le di un culatazo, es un escruche, le colamo el rancho. Encima de eso, me llevé a tu wacha y ahora la tengo en casa, moviendo las cachas”, cantan los músicos urbanos mientras apuntan a la cámara armas de diferentes calibres”.
Al inicio de la reproducción, advierten: “El uso de armas de fuego en este cortometraje ha sido manejado por profesiona les. Reco - mendamos no intentar esto en su casa, ya que podría llevarlo a la muerte o a una penitenciaría. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia”.
Otro pasaje del tema da cuenta del enfrentamiento histórico entre “transas y chorros”: “Nunca con la balanza, muerte a los transas, les robamos la droga y un tiro en la panza”.
En la entrevista, los “Master Records” contaron que, en el barrio, los vendedores de droga, “no son ningunos giles y se hacen respetar, pero el chorro manda y el chorro mata”. El caso del rapero detenido.
Uno de los videos del grupo Master Records tiene más de 1.200.000 visualizaciones