Posible conflicto de intereses cerca de aranguren
Marcelo Blanco, subsecretario del ministerio, declaró acciones de Pampa energía. el caso Transener.
El Ministerio de Energía es nuevamente foco de posible conflicto de intereses. En medio de la polémica entre el ministro Juan José Aranguren y los radicales por la venta de los activos del Estado en la compañía de transporte eléctrica Transener, un funcionario de la cartera abre otro frente. Marcelo Blanco, subsecretario de Coordinación Administrativa del ministerio, integró el directorio de Pampa Energía –socia en Transener– y posee acciones en esa compañía, según su última declaración jurada. Blanco intervino en el proceso previo a la venta.
El funcionario formó parte del Directorio de Pampa Energía entre 2013 y 2016. Con la llegada de Cambiemos, asumió como director de Nación Fideicomisos. En julio de 2016, la firma de Marcelo Mindlin concretó la compra de Petrobras por aproximadamente 900 millones de dólares. Entonces, aún siendo funcionario en Nación Fideicomisos, Blanco fue designado como director titular de la empresa junto a Mindlin y otros miembros de Pampa. Luego, en agosto de 2017, Blanco ingresó al Minis- terio de Energía y apenas unos meses después se conoció la noticia de que el Gobierno quería vender las acciones en Transener. Fue Blanco quien firmó la convocatoria a concurso público para contratar una consulto- ra que asesore al Estado en cómo desprenderse de Transener.
Los vínculos de Blanco con la empresa de los Mindlin no terminan ahí. En su declaración jurada de 2016, informó que tenía acciones por $ 16.900.000 en Petrolera Pampa y $ 1.200.000 en una estación de servicio Shell. Además de poseer deudas con Pampa Energía por $ 179 mil y con Nación Fideicomiso por $ 2.046.000. PERFIL intentó comunicarse con Blanco para consultar si había vendido sus acciones antes de ingresar al ministerio, pero voceros de Energía dijeron que Blanco no daría notas.
La venta de Transener volvió a ser noticia esta semana, cuando el jefe de Gabinete, Marcos Peña, expuso en el Congreso. La decisión ya había despertado polémica, cuando se conoció a finales del año pasado a través de un decreto presidencial, y motivó un cruce entre el radicalismo y la cartera de Energía. El Estado es propietario, a través de Enarsa, del 26 % de las acciones clase “A” de Transener, en tanto que otra porción está en manos de la Anses y otro 26% está en manos de Pampa Energía. Por eso, cualquier decisión desde el ministerio incide en la empresa.
Los primeros en oponerse a la venta de Transener fueron los radicales, que tenían en el directorio de Enarsa a Jorge Lapeña, quien presentó su renuncia al cargo, porque el ministerio nunca lo consultó por el tema. La misma se tratará este martes en Transener. La oposición del radicalismo, fue entre otras cosas, por las grandes ganancias que genera la compañía –US$ 30 millones solo en 2017–, por lo que no se explicaría la razón para desprenderse de ella. Los radicales incluso escribieron una carta a Aranguren, exponiendo sus críticas. El ministro les contestó que la intervención de Blanco en el caso Transener “obedece a la distribución de funciones operativas –en materia de contrataciones– propia de la organización institucional de este ministerio”.