Blindaje anticorrupción
La vuelta de los Perez Companc al negocio de la energía tomó fuerza en 2015, cuando recompraron la filial local de Skanska. En aquel momento, el holding insignia de la familia era, y aún lo es hoy, el Grupo Molinos, con negocio a granel y consumo masivo. Pero al quedarse con Skanska estaban regresando a los orígenes familiares, la prestación de servicios energéticos. El único prurito en un momento de denuncias de corrupción en Brasil y la Argentina es evitar conflictos. Por eso, en aquel momento voceros de la firma lo dejaron claro: “Fue un pedido directo de la familia asegurar que no habría ningún tipo de complicaciones”. Por eso, antes de regresar al negocio, el management se dedicó a: 1) evaluar si para participar de este tipo de negocio era “inevitable” asumir algún tipo de vínculo con el sector público; y 2) armar una estructura que garantice que ello no fuera a ocurrir con el correr de los años.