The Spectator
En medio de críticas de varios políticos y organizaciones, el príncipe Mohammad bin Salman aterrizó para su primera visita “oficial” a Gran Bretaña. Aunque él se describe a sí mismo como un reformador, hay indicios de que no es un revolucionario. En este número de The Spectator, un informe sugiere que no hay que dejarse engañar, el príncipe heredero simula ser una cosa pero es otra: un déspota pasado de moda.
Visita del Príncipe