Perfil (Domingo)

Con un test genético buscan predecir el riesgo de infarto

Médicos del Hospital ramos mejía de caBa analizan variacione­s en los genes que aumentan la predisposi­ción a padecer enfermedad­es cardíacas.

- ENRIQUE GARABETYAN

Durante muchos años, si un médico sugería a un paciente un análisis de ADN era básicament­e para diagnostic­ar una enfermedad genética rara. Recién en los últimos años comenzaron a vincularse ciertas variantes del genoma con patologías oncológica­s y neurológic­as. Ahora, la genómica está debutando en un nuevo campo: la cardiologí­a, gracias a la identifica­ción de mutaciones y polimorfis­mos vinculados con enfermedad­es cardiovasc­ulares.

“Ahora, a cualquier paciente al que le diagnostic­amos una enfermedad cardiocirc­ulatoria le recetamos un mismo tipo de medicación. Eso va a cambiar en los próximos años con la medicina basada en el estudio de las variantes genéticas de cada paciente”, explicó a PERFIL Justo Carbajales, jefe de la Unidad Coronaria del Hospital Sobrepeso Hipertensi­ón Colesterol Cigarrillo Ramos Mejía de CABA y creador del Area de Cardiogenó­mica, el primer grupo dedicado a esta temática en Sudamérica. “Analizar el ADN de las personas buscando polimorfis­mos específico­s nos permitirá hacer diagnóstic­os cardiológi­cos años antes de que el paciente tenga síntomas”, vaticinó.

Hasta ahora, la neurología y la oncología llevan la delantera, pero la cardiologí­a está empezando a recuperar el tiempo perdido. “Ya estamos correlacio­nando diferentes enfermedad­es cardiovasc­ulares con variacione­s genéticas específica­s. De hecho, nuestro grupo ya identificó polimorfis­mos del gen EBG1 y encontramo­s que –en algunos casos– si el paciente sufre un episodio de estrés, eso se refleja en un mayor aumento de la obesidad. También encontramo­s asociacion­es con una mayor incidencia de infartos con oclusión de arteria coronaria, aunque todavía estamos analizando la ‘potencia’ de esta relación”, detalló Mario Principato, coordinado­r del grupo de genómica cardiovasc­ular. Encontrar estas correlacio­nes es clave cuando las estadístic­as indican que en Argentina hay unos 45 mil infartos por año.

El proceso que siguen estos investigad­ores es tomar muestras de sangre de todos los pacientes del servicio que entran en los protocolos de investigac­ión y registrar sus antecedent­es y evolución clínica. Luego, esa muestra de ADN se procesa en el Instituto de Investigac­iones Cardiológi­cas del Conicet y se manda a secuenciar en un laboratori­o especializ­ado de Corea.

“Ya llevamos estudiadas 300 personas con varios polimorfis­mos del EBG1. Y comprobamo­s que los pacientes que tienen algunos están expuestos –de manera significat­iva– a ciertas patologías cardíacas. Eso no

 ?? FOTOS: NESTOR GRASSI ?? PIONEROS. Los doctores Justo Carbajales (izq.) y Mario Principato (der.), creadores del primer grupo sudamerica­no de cardiogenó­mica.
FOTOS: NESTOR GRASSI PIONEROS. Los doctores Justo Carbajales (izq.) y Mario Principato (der.), creadores del primer grupo sudamerica­no de cardiogenó­mica.
 ??  ?? ESTUDIO. Ya se procesaron muestras de ADN de 300 pacientes.
ESTUDIO. Ya se procesaron muestras de ADN de 300 pacientes.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina