El hombre es un animal cocinero
¿Por qué artistas como El Bosco, Tiépolo, Warhol o Marcos López se interesaron por la gula, los banquetes de la antigüedad, una lata de sopa o un asado en Mendiolaza? ¿Qué hay detrás de la representación de alimentos en estelas funerarias, cenas bíblicas, orgías romanas o picnics sobre la hierba? ¿Por qué los historiadores tratan la alimentación, la cocina, la mesa, la gastronomía? Porque la comida es “un hecho social total”, dice el sociólogo Marcel Mauss. El hombre es un “animal cocine-
“la comida y el arte están ligados a la historia de los hombres, al pasado y al presente.”
ro”; la cultura misma encuentra su origen en el uso del fuego en la cocina. En tanto hechos culturales, la comida y el arte están ligados a la historia de los hombres, al pasado y al presente, a la experimentación y la innovación, a los sentidos y las emociones. Desde siempre, el arte y la comida cruzan miradas, revelan hábitos alimentarios de épocas y sociedades, afirman la identidad y dialogan con la extrañeza, nos nutren en sentido propio y figurado.