Marcha por la joven que cayó del parapente
ra mí, para insertarme en alguna”, explica. Durante todos estos años presentó casos puntuales de cómo se sintió discriminada en un rubro que ella denomina “machista”. “Yo me presentaba en avisos donde se buscaban choferes con experiencia y registro. Pero cuando llegaba, se sorprendían. Y cuando llamaba me decían que no contrataban mujeres, o que no tenían baños ni infraestructura. Todas excusas” dice. Antecedente. Su caso no es el único que llegó a la Justicia. En 2014, la Corte Suprema de la Nación le dio la razón a Mirtha Sisnero, una mujer salteña que denunció que en su provincia no le daban trabajo como chofer, por ser mujer. “No era una cuestión de vacantes, por eso decidí publicar una carta de lectores en el diario, donde decía que quer ía ma neja r colectivos, como pasaba en otras provincias”, recuerda. En agosto consiguió trabajo en una empresa de transporte, pero no como chofer. “Me dijeron que cuando se abra una vacante, voy a manejar un colectivo, pero ingresaron varones y a mí no me toman como chofer. Yo sigo insistiendo, y me siguen diciendo que tengo que esperar”, remarca. Este martes, familiares y amigos de Natalia Vargas, la joven tucumana que cayó al vacío mientras se tiraba de un parapente, volverán a reunirse para reclamar para que aparezca la cámara GoPro que habría filmado el momento del accidente fatal, y poder determinar las responsabilidades a casi tres meses. “Queremos que también se tomen los recaudos necesarios para que volar en parapente sea seguro”, dice Cintia Zermoglio, amiga de Vargas. Al momento, el instructor que contrató Vargas, Ariel Salazar, está acusado de homicidio culposo y de esconder la cámara que determinaría las responsabilidades del accidente.
La marcha se hará a las 20.30 en la Plaza Independencia de Tucumán.