Temer y neves, próximos en la línea de tiro judicial
El presidente y el ex candidato de la centroderecha también enfrentan acusaciones por corrupción. el avance de las causas en su contra le serviría a la Justicia para mostrar que no hubo selectividad contra lula. rol clave de la corte.
Luego del encarcelamiento de Luiz Inácio Lula da Silva, la Justicia de Brasil tendrá chance de demostrar (o no) en los próximos meses si no hubo selectividad contra el ex presidente y si también está dispuesta a avanzar contra políticos de otras fuerzas acusados por presuntos actos de corrupción. En la línea de tiro de los tribunales aparecen hoy dirigentes de primera línea de la centroderecha brasileña, como el presidente Michel Temer (PMDB) y el senador y ex candidato presidencial Aécio Neves (PSDB).
Los defensores de Lula sostienen que el proceso que lo mandó a la cárcel forma parte de una cacería judicial para evitar que sea candidato. Esa tesis perdería vigor si la Justicia se lanzara ahora contra figuras prominentes de signo político contrario al PT.
Potenciales objetivos no le faltan, empezando por Temer. La Constitución brasileña establece que un presidente en ejercicio solo puede ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal con previa autorización de la Cámara de Diputados. Esta rechazó en dos ocasiones denuncias del Ministerio Público Fiscal contra Temer por supuestos delitos de corrupción, lo que impidió que el STF –que tuvo un papel clave en el encarcelamien- to de Lula– avanzara en una investigación contra el mandatario.
Sin embargo, a menos que se postule al Senado y obtenga una banca, Temer perderá su fuero privilegiado cuando deje la presidencia en diciembre. A partir de entonces, quedará expuesto a los tribunales de primera y segunda instancia. Si el STF no modifica su jurisprudencia –cosa que podría ocurrir antes de fin de año–, bastaría con una condena en segunda para que el mandatario vaya preso igual que Lula.
En cuanto al senador Neves, ex rival de Dilma Rousseff en las elecciones de 2014, hoy es investigado por el STF en relación con el presunto cobro de coimas que le habrían pagado ejecutivos del grupo J&F. Aunque Neves logró conservar su banca en el Parlamento, sigue bajo la mira del máximo tribunal, que a su vez recibe presiones del Ministerio Público para que impute a Aécio.
Un avance en las causas con- tra Neves sería toda una señal de la Justicia hacia el mundo de la política: en cuatro años de Operación Lava Jato, ningún político del PSDB fue preso, mientras que varias figuras destacadas del PT terminaron en la cárcel. En el caso de Aécio, sus fueros lo han puesto fuera del alcance de jueces de primera instancia como Sérgio Moro. Solo el STF podría comprometerlo judicialmente.
Mientras tanto, en Brasil se especula con la posibilidad de que el STF modifique un criterio jurídico fijado en 2016 por el propio tribunal que habilitó encarcelar a condenados en segunda instancia, antes de que se agoten los recursos de apelación en instancias superiores. Esa jurisprudencia fue la que permtió mandar preso a Lula. Todas las miradas se dirigen ahora hacia la jueza Rosa Weber, cuya posición al respecto no está clara y podría, eventualmente, inclinar la balanza en el tribunal hacia un cambio de paradigma.
en cuatro años de operación lava Jato, ningún dirigente del psDb fue a la cárcel