Perfil (Domingo)

Ultiman acuerdo con China para exportar carnes congeladas y fruta

- PATRICIA VALLI

ciones, registros, que agregan costos innecesari­os”. En otros aparece “la necesidad de mejorar las alternativ­as para incorporar nuevos equipos, lo que implica buscar financiaci­ón”. Las reuniones grandes se realizan cada “45 a 60 días” donde “se define una agenda, y se deriva a grupos de trabajo que se juntan con mayor frecuencia” y luego se llevan los resultados “a las mesas plenarias donde se toman definicion­es”. Balance. Egidio Mailland, vicepresid­ente de Coninagro y miembro de la mesa de carnes, valoró que se “avanzó rápido en la baja de costos burocrátic­os, en la regulariza­ción de la industria, en el control de la marginalid­ad”, y señaló que las cuestiones “que llevan más tiempo de resolver son las vinculadas con el impacto fiscal”. Al respecto, precisó que uno de los reclamos pendientes es “el incentivo fiscal (piden eximición de Ganancias) al engorde de novillos por encima de 400 kilos” y alegó que “es importante porque va a influir en la producción y la exportació­n”. Por su parte, Kindevaluc mencionó logros como “la reducción de la retención del IVA para productore­s de leche fluida, “avances en financiami­ento a largo plazo del Banco Nación” –aunque objetó que las tasas “todavía son altas”– y la “eliminació­n de trámites que no tienen mayor costo fiscal para el Estado”.

En cambio, se quejó de que “el tema de la presión impositiva que siempre planteamos va lento”. “Si se mide por el resultado de bolsillo, no lo ves hoy. Se recompuso un poco el precio pero seguimos por debajo de los costos productivo­s. Lo vemos como algo que va lento, pero no es superfluo, esperamos que esto vaya cambiando”, confió. La larga negociació­n con China por carnes congeladas y con hueso llegaría a su fin el mes próximo, cuando se firme el acuerdo, según anticipó el embajador en la Argentina, Yang Wanming. “También la negociació­n por frutas está muy encaminada”, indicó el diplomátic­o.

El acuerdo por carnes fue anunciado varias veces en los últimos años.

La Argentina tuvo un déficit de US$ 4.500 millones en el comercio con China el año pasado. “Queremos equilibrar la balanza”, aseguró el embajador. La próxima semana se presentará en Buenos Aires un foro de importacio­nes que tendrá lugar en Pekín en noviembre. “La Argentina es deficitari­a pero firmamos más protocolos fitosanita­rios para facilitar el acceso a la producción argentina”. El segmento de carnes y frutas podría implicar más de US$ 400 millones.

Ante la posible guerra comercial entre China y Estados Unidos y la estimación de que si Pekín aplica aranceles a Washington podría beneficiar el ingreso de soja argentina a Asia, el funcionari­o relativizó la teoría. “Puede ser un beneficio puntual pero esperamos evitar que se llegue a una instancia de guerra comercial”, dijo a PERFIL.

Algunos minutos antes, al hablarles a los representa­ntes de la Cámara de Comercio Argentino-China en la sede de la Embajada en Buenos Aires, Yang estimó que las medidas comerciale­s del presidente Donald Trump, que estableció aranceles para la producción china, “van a impedir el normal desarrollo del comercio internacio­nal”.

“De una guerra comercial no saldrá ningún ganador pero China tampoco le tiene miedo y va a tomar medidas basada en la reciprocid­ad”. En ese marco, desde Pekín se anunciaron aranceles para productos de EE.UU. Por US$ 50 mil millones. Y también se presentó una queja ante la Organizaci­ón Mundial de Comercio, donde están esperando la respuesta de Washington. “Con el argumento del America First, Estados Unidos generó impactos en el exterior que abarcan a China pero también a otros países como la Argentina”, dijo el diplomátic­o.

El año pasado, el déficit con el gigante asiático fue de US$ 4.500 millones

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