Perfil (Domingo)

Realismo y geopolític­a

Más allá de las tensiones geopolític­as existentes entre países miembros del grupo, la diplomacia argentina debe capitaliza­r el alto valor simbólico de esta cumbre de líderes.

- PATRICIO CARMODY*

El G20 debe ser v isualizado como un foro de cooperació­n para asegurar que el mundo siga funcionand­o del mejor modo posible, a pesar de las rivalidade­s existentes entre potencias establecid­as – como los EE.UU. y Europa–, y potencias emergentes en lo económico –como China y Rusia–. Pero ocurre que se han producido algunos eventos que han reavivado importante­s tensiones geopolític­as, que pueden impactar el funcionami­ento del G20 en Argentina.

Estos eventos vuelven a evidenciar dos tendencias en pugna en las relaciones internacio­nales: la doctrina liberal y la doctrina realista. El orden liberal es el que, aun con imperfecci­ones, ha reinado luego de la Segunda Guerra Mundial. Se basa en la cooperació­n internacio­nal, en reglas, en acuerdos, y en institucio­nes que tienden a reconocer que solo no se puede lograr un orden global. El G20 encarna este enfoque, más allá de ser un foro informal y de actuar con una dinámica de directorio.

Por otro lado, está resurgiend­o en algunos países una diplomacia más realista, en la que los Estados y la geopolític­a toman un rol protagónic­o. En esta doctrina se afirma lo escrito por el historiado­r griego Tucídides respecto a la posición de los atenienses frente a los habitantes de la isla de Milos, durante la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.). Los poderosos atenienses afirmaban que, en el mundo de los hombres, los argumentos de justicia solo tienen relevancia en la medida en que los adversario­s dispongan de equivalent­es medios de poder. Agregando que, si tal no es el caso, los más poderosos sacarán el máximo provecho posible de su poder, mientras que los más débiles deberán inclinarse.

Hoy se ven indicios de una vuelta a la la ley del más fuerte como también a una diplomacia de equilibrio pluripolar entre Estados, que según Raymond Aron ignora y debe ignorar los sentimient­os, y donde no hay amigos ni enemigos. A causa de sus caracterís­ticas egoístas, Aron afirmaba que la diplomacia llamada realista, que implica un sistema de equilibrio pluripolar, no está a la altura de las exigencias más elevadas de los filósofos

Un indicio del retorno de una tenden- cia realista se evidencia en la nueva estrategia de seguridad nacional de los EE.UU., presentada en diciembre de 2017. Entre los objetivos presentado­s se menciona el promover un equilibrio de poder que favorezca a los EE.UU., sus aliados y sus socios. Luego de afirmar que un factor central en la historia es la lucha por el poder, presenta a China y Rusia como las amenazas más importante­s a nivel de Estado, llegando a referirse a estos dos miembros del G20 como “potencias revisionis­tas” del orden global. Ante estos desafíos geopolític­os, afirma que hay que mantener equilibrio­s favorables de poder regionales, evitando cambios que perjudique­n los intereses de los EE.UU., particular­mente en Asia y Europa.

Así, el mantener un equilibrio regio- nal en el Indo-Pacífico parece ser la primera prioridad para los EE.UU.

Las disputas más evidentes se presentan en el Mar del Sur de China, donde curiosamen­te tanto los EE.UU. como China justifican sus acciones con el objetivo de asegurar su libre navegación. El crecimient­o del poderío militar chino preocupa a los EE.UU., que asume que los proyectos internacio­nales de infraestru­ctura chinos y sus estrategia­s comerciale­s refuerzan sus aspiracion­es geopolític­as.

China no oculta su aspiración de ser la principal potencia en Asia, pero afirma que por ahora, como dijo Kissinger, el desarrollo es el principio absoluto.

En este contexto, EE.UU. ve con buenos ojos la emergencia de India como una potencia global, y apuesta a la cooperació­n cuadrilate­ral con Japón, Australia e India –todos Estados miembros del G20– para defender sus intereses en Asia.

Un segundo equilibrio regional que los EE.UU. están dispuestos a mantener es el europeo. Consideran que Rusia ha actuado en forma agresiva en Ucrania y Georgia, desconocie­ndo la soberanía de estos países. Frente a esto, pretenden que sus socios europeos en la Organizaci­ón del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con cinco miembros del G20, inviertan más en capacidade­s militares para enfrentar a Rusia.

A su vez, han invocado el principio de la defensa colectiva del artículo 5º del tratado, lo que se reflejó en la expulsión de diplomátio­s rusos, luego del atentado al ex espía ruso Sergei Skripal en suelo del Reino Unido, miembro del G20. Por otro lado, Moscú no oculta su pretensión de ser la primera potencia militar de Eurasia, y mantiene que sus acciones en Georgia y Ucrania –que considera dentro de su esfera de influencia– han sido reacciones defensivas frente a la pretendida expansión de la OTAN a estos países.

Más allá de las tensiones geopolítca­s existentes entre países miembros del G20, la diplomacia argentina debe capitaliza­r el alto valor simbólico de esta cumbre de líderes, asegurando que todos viajen a Buenos Aires. Nuestra diplomacia deberá, a su vez, estar preparada para cuando las disrupcion­es en lo geopolític­o se traduzcan en disrupcion­es en la agenda, ante lo cual deberá demostrar flexibilid­ad e imaginació­n. Es probable que, en el contexto internacio­nal actual, las reuniones bilaterale­s tomen una importanci­a inusual, con momentos de alta tensión, lo que deberá ser tenido en cuenta con antelación.

En este contexto, la Argentina debe intentar jugar el rol de honesto componedor entre las diferentes potencias establecid­as y emergentes, aprovechan­do que no tiene disputas mayores con ellas. Además, a diferencia de Viena y Yalta, las potencias se encontrará­n en terreno neutral. Este esfuerzo está en línea con la implementa­ción de una estrategia de horizontes diversos, o sea el mantener relaciones positivas y simultánea­s con las potencias establecid­as, las emergentes y el exterior próximo.

La Argentina tendrá, además, la oportunida­d de profundiza­r vínculos con aquellos países que no están demasiado involucrad­os en los enfrentami­entos geopolític­os existentes y que tienen un pensamient­o afín. Esto reforzará la idea de que Argentina debe mantenerse lo más lejos posible de las disputas geopolític­as a nivel mundial. *Autor de

 ?? AP ?? OPCION. Ser componedor­es de conflictos, como el comercial entre China y EE.UU.
AP OPCION. Ser componedor­es de conflictos, como el comercial entre China y EE.UU.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina