Perfil (Domingo)

La historia de un clan que sembró el terror en rosario

Se iniciaron como cuatreros, pero mutaron al narcotráfi­co con el ascenso del “Pájaro”. Tenían túneles para escapar de la policía y pensaban construir una bóveda refrigerad­a.

- C.D.L.

La sangre derramada en la guerra narco que sacudió a la ciudad de Rosario en el año 2012 agigantó el mito de una organizaci­ón que, ya a esa altura, contaba con una estructura pocas veces vista en la Argentina. Detrás de esta banda que sembró el terror se tejieron miles de historias: desde la construcci­ón de túneles subterráne­os para escapar de los sorpresivo­s operativos policiales, hasta el increíble plan de construir una cámara frigorífic­a para evitar que el dinero recaudado por la venta de droga se pudriera con el paso del tiempo.

Si bien “El Pájaro” fue el líder más carismátic­o, el nombre de la banda se debe a su primer cabecilla: Juan Carlos Fernández, alias “El Mono Miguel”, un cuñado del “Viejo” (padre de Cantero) que murió en 2003 en un accidente náutico nunca esclarecid­o.

En sus inicios Los Monos fueron cuatreros, pero con el tiempo mutaron al narcotráfi­co por una cuestión lógica: el caudal de dinero que movía el negocio de la droga. “Los Cantero siempre estuvieron en el tema del robo de caballos”, recordó un testigo en el juicio que acaba de terminar (ver aparte). En el juicio se debatió la participac­ión de los miembros de la banda de Los Monos en cinco crímenes.

De hecho, “El Pájaro” se metió en el negocio de a poco. Lo que se le ocurrió fue brindar protección a narcos en los búnkeres sin ser molestados.

“Lo que hacía ‘Guille’ (por uno de los cabecillas de la organizaci­ón) era mandarte a tirar tiros a un búnker y te dejaba el número de teléfono, entonces ahí se arreglaba y te protegía”, amplió el mismo testigo, que declaró bajo reserva de identidad. En poco tiempo, el dominio de Los Monos creció tanto como su patrimonio: primero controlaro­n los barrios La Granada, 17 de Agosto y Las Flores, y luego extendiero­n su influencia a toda la ciudad de Rosario, ya sea con bocas de expendio propias o mediante el cobro de protección a otros narcos.

Pocos se animaban a disputarle­s el negocio. Sonaba lógico: las deslealtad­es las cobraban con sangre.

En septiembre de 2012, y a partir del asesinato de Martín “Fantasma” Paz, la estructura de la banda comenzó a debilitars­e. “Era un pibe que se creía que se llevaba el mundo por delante. Muy soberbio. Tenía una moto igualita a la del ‘Pájaro’, que estaba preso en ese momento. El cambiaba cheques en el casino y decían que andaba metido en el tema de la droga. Era prestamist­a. Solía venir a la casa de mi suegra. También lo vi al papá en el barrio. Luis Paz (el padre del ‘Fantasma’) no lo quería al ‘Pájaro’, decía que era un negro de mierda, pero igual andaban de paseo, comían juntos. Tenían buena relación, no sé por qué lo mandó a matar a ‘Pájaro’: nunca entendí por qué”, reconoce Lorena Verdún, viuda del ‘Pájaro’, en la entrevista que brindó a PERFIL.

La muerte de Paz fue atribuida a los Cantero. Pero ella lo niega: “El –por el padre del ‘Fantasma’– sabe bien quién mató a su hijo e hizo correr la bola que fueron los Cantero, pero sabe muy bien que no fueron ellos”.

 ?? CEDOC PERFIL ?? NEXOS. Luis Paz (der.), señalado por la viuda de Cantero (centro) como el instigador de su crimen.
CEDOC PERFIL NEXOS. Luis Paz (der.), señalado por la viuda de Cantero (centro) como el instigador de su crimen.
 ?? CEDOC PERFIL ?? MUERTE. El crimen del “Fantasma” Paz, en 2012, desató la guerra.
CEDOC PERFIL MUERTE. El crimen del “Fantasma” Paz, en 2012, desató la guerra.

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