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Mohammed Bin Salman, el príncipe de 32 años, va camino de consolidarse como el hombre más influyente de Arabia Saudita por la gigantesca purga que está haciendo en su región. El heredero de Arabia piensa que puede transformar Medio Oriente. Ahora está realizando una visita por el mundo, que incluye América del Norte. En Estados Unidos afirman que no han visto nada parecido desde la llegada del primer ministro soviético Nikita Khrushchev en septiembre de 1959.

¿Deberíamos creerle?