ABORTO II
Cuando el Gobierno instaló en la agenda el debate por la despenalización del aborto volvió a abrir una grieta entre los partidos políticos y en la sociedad. Divide a casi todas las fuerzas, excepto a la izquierda, que apoya el proyecto, y el resultado final es incierto. El tema en realidad atraviesa todas las capas sociales y disipó la sospecha de que su instalación se debía a la necesidad de distraer la atención pública sobre otros problemas; en realidad era algo necesario. La Iglesia pidió que todas las voces sean escuchadas, aunque todos sabemos lo que realmente opina. Más allá de lo que pueda pensar Bergoglio, no deja de resultar paradójico que las mujeres hoy más desprotegidas, y potencialmente más beneficiadas por una ley que despenalice bajo ciertas pautas el aborto pertenezcan al sector social más vulnerable, el mismo que la prédica del Papa coloca como ejemplo mayor de virtud. Más allá del resultado final, la realidad indica que la habilitación del debate por este tema nos ubica un poco más lejos de las cavernas. Carlos A. Ferrer carlosferrer4010@hotmail. com