Profesionales, en otros países
Brasil, México, Estados Unidos, Colombia, Espa ña, Inglaterra, Francia, Alemania, Hola nda, Nor uega, Suecia y China. En todos esos países –y más–, el fútbol femenino es profesional. Y si bien las condiciones no son las mismas que las de los jugadores masculinos, ganan un sueldo, les pagan viáticos, concentran en hoteles, viajan en avión a los partidos. En Europa, un informe de la UEFA daba cuenta del crecimiento del fútbol femenino en los últimos años; en lo que respecta a jugadoras profesionales y semiprofesionales, se pasó de 1,27 millones de jugadoras en 2016 a 1,36 en 2017. En los últimos años, el aumento fue el doble. En Argentina, los clubes más grandes pagan v iáticos, pero no alcanzan para vivir y todas las jugadoras trabajan y estudian otras cosas. Muchas de las jugadoras de la selección argentina que ahora están jugando la Copa América en Chile juegan en el ex ter ior. Va nesa Santana, mediocampista, juega en la liga colombiana. Soledad Jaimes, la 9 de la Selección, en la liga China. Y la mendocina Estefanía Banini, en la liga estadounidense, la más competitiva del mundo.