Aval por la constitucionalidad
Una de las claves de la discusión sobre la legalización del aborto pasa por la constitucionalidad del proyecto. En particular, los detractores de la iniciativa apelan a que no cumple con lo que establece la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el organismo internacional con rango constitucional. Sin embargo, una carta oficial remitida a la Cámara de Diputados podría tirar por la borda el argumento. El organismo planteó los alcances de su normativa en una carta que le envió al diputado Daniel Lipovetsky (PRO), uno de los animadores del debate y a favor de la legalización. Según pudo saber PERFIL, la CIDH plantea que el embrión no es vida, es decir, no hay vida en el momento de la concepción. Una interpretación distinta a la que pregonan los detractores de la legalización de la interrupción del embarazo. Este es un punto clave: quienes están en contra del aborto apelan al artículo 4 de la Convención. En la carta se habla de una vida que va creciendo de acuerdo al desarrollo. Además, la misiva plantea: “La mujer tiene derecho a planificar su vida familiar y cuántos hijos tiene”. Por lo tanto, “limitar esa decisión” es “meterse en la esfera privada y eso está en contra de las disposiciones de la convención”. Según fuentes parlamentarias, el documento zanjaría el debate jurídico sobre la presunta inconstitucionalidad del proyecto.