Tecnología contra la desigualdad de género
Estamos atravesando una de las revoluciones más grandes de la historia de la humanidad conocida como la Revolución Digital, y no solo en materia de productividad sino también en cuanto a estrategia de capital humano. Los millennials y los centennials tienen otras exigencias y hacer “trabajo desde la casa” y “work-life balance” es parte de ellas, por lo que los líderes que realmente quieren hacer una transformación digital de su organización se ven obligados a innovar en sus políticas de recursos humanos.
Los beneficios del “trabajo desde casa” lo requieren tanto en el hombre como en la mujer, y las personas capaces lo exigen en una negociación con un futuro empleador. Dicha condición está obligando a priorizar el recurso por mérito en vez de género y flexibilizar la modalidad de trabajo de la organización para satisfacer a los más talentosos.
Viví esta experiencia trabajando en HP como Business Planning Manager. En ese momento, HP ofrecía la posibilidad de “trabajar desde casa” y por esa política logró retener recursos, incluso a mí misma, cuando nacieron mis hijos. Claro está, esta nueva opción de trabajo fue gracias a la digitalización, que incrementó la posibilidad de hacerlo, hace 25 años atrás en muchos casos era inviable, porque no había Skype, WhatsApp, Google Hangout o e-mail.
Estas herramientas brindan la posibilidad de continuar insertados en el mundo laboral al mismo tiempo que se lleva adelante la crianza de hijos y la vida en familia, una cuestión que por mucho tiempo fue conflictiva. Hoy en mercados como Estados Unidos vemos que el trabajo desde casa representa aproximadamente del 25% al 35% del mercado laboral y es compartido tanto por hombres como por mujeres.
Las organizaciones que priorizan el negocio digital versus los paradigmas y las convenciones son las que van a sobrevivir, y por esto mismo recomendamos a cada uno de nuestros clientes que hagan el cambio rápidamente, tanto para el modelo de negocios como para su estrategia de capital humano, y no temo decir que los líderes que favorezcan el negocio digital antes que temas de género son los que van a salir exitosos de esta revolución.
La discriminación por género, por nivel socioeconómico o por raza puede ser difícil de erradicar, porque muchas veces se impone la acción de ser prejuicioso del ser humano.
Lamentablemente, continúa habiendo muchísima discriminación, aun hoy las mujeres, para “ganar”, tenemos que tener más calificaciones que un hombre y nos siguen pagando menos, pero no creo que haya que dejar de luchar por los sueños por este tema. En muchos casos van a ser un obstáculo, sin dudas, pero no una barrera, y la vida está llena de obstáculos; la forma de vencerlos es preparándose y ser hábil en las negociaciones.
Esta nueva y famosa revolución digital se caracteriza por la necesidad de “ahorrar tiempo”, esto exige que las organizaciones se digitalicen pensando en satisfacer estas nuevas necesidades del consumidor, y es aquí donde cada uno de nosotros gana, ya que más que nunca el mercado está interesado en responderlas.
Hacer una transformación digital es un desafío grande, y es más fácil acompañado por recursos capaces. Gracias a la democratización que brinda la tecnología, otorgando iguales posibilidades más allá del género, está permitiendo que lo relevante sea el mérito de la persona, cambiando las reglas del mercado y ayudando a que las generaciones futuras no tengan obstáculos en materia de desigualdad de género.
la transformación digital lleva a innovar en las políticas de recursos humanos
*Consultora en Transformación Digital y cofundadora de Onmarc.