¿Quién paga la cuenta?
Corea del Norte suele dejar que otros paguen sus cuentas cuando los principales funcionarios del régimen salen del país, y los expertos dan por sentado que la de la cumbre del próximo martes en Singapur no será la excepción. Esta vez, los gastos correrían por cuenta del anfitrión o de Corea del Sur. Singapur está tirando la casa por la ventana para acoger el cara a cara histórico entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, en la isla de Sentosa. Ambos se alojarán previsiblemente en hoteles lujosos y es más que probable que a Corea del Norte, sometida a numerosas sanciones, le salga gratis. “El régimen de Pyongyang está acostumbrado a que los demás paguen por todos los ‘compromisos diplomáticos’ del recluido gobierno”, explicó a la AFP Sung-Yoon Lee, de la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de la universidad estadounidense Tufts. El fin de semana pasado, el ministro singapurense de Defensa, Ng Eng Hen, declaró que su gobierno está dispuesto a pagar los gastos norcoreanos para participar de alguna manera en la “reunión histórica”.
La cuenta será elevada: las delegaciones norcoreanas no suelen escatimar en alojamiento. El Hotel Fullerton, un cinco estrellas colonial a orillas del mar, propone por ejemplo, una suite presidencial por seis mil dólares la noche que podría ser del agrado de Kim, un amante del lujo y el confort.