Para Donald trump fue una “cumbre productiva”, a pesar de que se fue antes
Donald Trump abandonó la cumbre del G7 buscando tranquilizar a sus aliados y resaltando en particular los debates “extremadamente productivos” sobre el comercio, uno de los puntos más conflictivos.
Antes de dejar la localidad de La Malbaie, cerca de Quebec, para volar hacia Singapur, donde el martes mantendrá con Kim Jong un una cumbre histórica, Trump se dedicó a calmar los ánimos de sus seis socios y a reducir las tensiones creadas sobre todo por su política proteccionista.
“Tuvimos debates extremadamente productivos sobre la necesidad de intercambios comerciales j u s t o s ”, d i - jo, e invitó a los otros integrantes del grupo a pensar en la posibilidad de crear una zona de libre comercio entre los siete, pese a que su gobierno acaba de imponer tasas a la importación de acero y aluminio rechazadas por los otros integrantes del G7.
“Suprimir las tarifas aduaneras, suprimir las barreras no tarifarias, suprimir las subvenciones”, fue la propuesta que Trump lanzó en su rueda de prensa final. “No sé si funcionará, pero lo propuse”, dijo.
Sobre Irán, otra línea de fractura con sus socios tras la denuncia por Washington de un acuerdo internacional sobre el programa nuclear de la república islámica, dijo que “las naciones del G7 están comprometidas con contener las ambiciones nucleares” de Teherán, algo que confirmó el comunicado final del grupo. Rusia. El magnate lanzó por otra parte, desde su llegada a Canadá el viernes, la idea de volver al G8 con el reingreso de Rusia, excluida en 2014 tras la anexión de Crimea. “Sería una cosa positiva”.
Pero los europeos ya han rechazado la idea, y la propia Rusia declinó la invitación. El canciller Serguei Lavrov dijo que Moscú “nunca pidió volver” al G8 y considera que el G20, un foro ampliado a los países emergentes, es “el formato más promisorio”. En lo inmediato, Rusia está más preocupada en acordar con China e Irán. Los jefes de Estado de los tres países se reunían este fin de semana en el encuentro anual de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), en la gran ciudad costera china de Qingdao.
Más allá de la declaración final, la cumbre dejó nuevamente en claro la voluntad de Trump de imponer su agenda, aunque ello lleve a torpedear los usos y el ritmo de un orden mundial multilateral.
El presidente estadounidense fue el último en llegar a la cumbre y el primero en irse del lujoso hotel sobre el río Saint-Laurent en el que los jefes de Estado y de gobierno se reunieron durante un par de días. Ayer, arribó con retraso a un desayuno de trabajo sobre igualdad de sexos y simplemente no asistió a una sesión consagrada al clima.
Propuso una zona de libre comercio entre los siete integrantes del grupo