“Nuestra perspectiva tiene en su centro a alumnos activos”
Hoy en día a nadie se le ocurriría instalar un videoclub o buscar un teléfono público para hacer una llamada, son los menos los que mandarían una carta manuscrita a un familiar o buscarían una palabra en un diccionario impreso, y así podríamos seguir describiendo el cambio de nuestro comportamiento producido por las tecnologías en el día a día.
Las redes sociales, Youtube, Wikipedia, WhatsApp, Google (en todas sus formas) y otras tecnologías nos hacen sentir que el mundo está en nuestras manos, que podemos acceder a la información con un solo clic y, además, podemos producirla y disponerla en la misma Nube.
A diferencia de otras épocas, las tecnologías actuales se caracterizan por permitirnos producir y acceder a grandes cantidades de información con facilidad y de manera inmediata. Pero sobre todo, nos permiten aprender, reelaborar y agregar más contenidos subiéndolos a red, que es lo que hoy se conoce como prosumidores (productores y consumidores de información).
La irrupción de las tecnologías de la comunicación y la información en el sistema educativo es tan compleja e importante que es necesario asumirla, analizarla y darle el enfoque correcto, principalmente al momento de definir políticas públicas, considerando que son los docentes los que motivan, orientan e impulsan el proceso de aprendizaje.
Los proyectos de educación y tecnologías son muy variados y existen cantidades de experiencias en el mundo que nos permiten repensar la educación formal de la Ciudad de Buenos Aires. La Secundaria del Futuro, el Plan Integral de Educación Digital y el proyecto de la Universidad Docente están atravesados por el eje fundamental de la innovación peda- gógica. Si bien es cierto que la innovación no pasa solo por la tecnología, no es menos cierto que la tecnología puede ayudar a la innovación, y mucho más en educación.
Detrás de los proyectos mencionados se busca incorporar a la vida de la docencia aquellas herramientas que colaboran en los procesos de enseñanza y aprendizaje de los alumnos, ese proceso educativo. No para reproducir lo mismo que hacía sin ella, sino recreando nuevas situaciones, con nuevos materiales y nuevos procesos de enseñanza.
Cuando entramos al ámbito de las escuelas, nos encontramos que la incorporación de estas herramientas es más lenta que en otros ámbitos, y esto se debe a factores multicausales: desde los vinculados a la formación de los docentes, hasta otros vinculados a la infraestructura. Las políticas públicas que se llevan adelante desde hace varios años tienen como objetivo ir solucionando estos problemas y aumentar el acceso a capacitaciones, herramientas, conectividad, etc.
Por lo tanto, no se trata solo de tener plataformas educativas, ni de generar MOOC’s para formar a los docentes, de cursar a distancia o de dar dispositivos y pantallas en el aula. Se trata de pensar desde lo pedagógico, desde lo docente, para lograr mejores aprendizajes con aquellos dispositivos que se encuentran en la vida diaria de nuestros alumnos, que les permitirán lograr mejores resultados en la formación de sus capacidades y conocimientos.
La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires responde a una nota publicada la semana anterior, en la que se cuestionaba el proyecto oficial de formación docente.
Formación docente. Ahora bien, nos interesa de modo particular poder hablar de Formación Docente en CABA y comprender cuáles son los lineamientos que se quieren proponer desde la Universidad Docente respecto a la tecnología y la innovación pedagógica. La innovación radica