Un oficio subestimado
El próximo viernes se avecina un vendaval, ya que Arbolito, la banda argentina de folk rock comprometido que ya lleva veinte años de trayector ia, y la Fer nández Fierro, potente agrupación de doce músicos más cantora que desde su creación ha revolucionado la escena del tango con su violenta sonoridad y puesta en escena, brindarán un concierto juntos, por primera vez, en el Teatro Xirgu Untref. La cita es el viernes a las 21 en Chacabuco 875. Informes, entradas y reservas, por acá: www.fernandezfierro. com.
Mañana a las 19 se presentarán en la Casa Victoria Ocampo (Rufino de Elizalde 2831) los Cuentos completos de Angel Bonomini. La edición de los cuentos de Bonomini que, bajo el título Todos parecían soñar, acaba de lanzar la Editorial Pre-Textos de España rescata de un incomprensible olvido a uno de los grandes escritores argentinos del siglo pasado y cuentista de reconocimiento internacional. Y, tal vez, cuando mañana Alberto Manguel presente ese volumen se comenzará a hacer justicia a un autor que con su primer libro de relatos despertó la admiración de Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges.
FATTORUSO. Hugo Fattoruso, uno de los mayores íconos de la música uruguaya, admirado por artistas de todos los géneros alrededor del mundo, estará presente en junio en el Centro Cultural Kirchner en dos formatos: el próximo viernes a las 15 y a las 20 se proyectará Fattoruso, la película, de Santiago Bednarik (film estrenado en Montevideo en 2017 y aclamado por la prensa y el público), mientras que el sábado 16 a las 20 el artista uruguayo ofrecerá un concierto de piano solo en la sala Sinfónica con la participación de Albana Barrocas. Hugo lideró Los Shakers en los años 60, banda fundacional del movimiento del rock en el Río de la Plata. En los años 70 en Nueva York se convierte en un músico de culto con su grupo OPA y llegó a ser considerado uno de los mejores tecladistas del mundo. Por ello esta es la oportunidad de conocer de primera mano a uno de los titanes del ritmo oriental, célebre por su mítica humildad. Ambos eventos son con entrada gratuita. Entradas e informes en http://
FESTIVAL. Con curaduría y dirección de Matías Umpierrez y presentado por Plataforma Fluorescente, un dispositivo de creación transdisciplinar que promueve la colaboración entre creadores de distintas geografías, se está realizando la tercera edición del Festival Internacional de Dramaturgia. Con un carácter transdisciplinario, la programación incluye un total de trece proyectos que involucran a más de cien artistas de distintos países hasta el próximo 17 de junio. Obras de teatro, danza, performances, conferencias e intervenciones site specific se llevarán a cabo en distintas sedes asociadas para concebir espacios múltiples y simultáneos de exposición y reflexión. Esta edición reúne una cuidada selección de creadores de distintos países como Finlandia, A lemania, Per ú, Líbano, Francia, Croacia, Brasil, India,Uruguay y España. El programa completo, sedes e informes, por acá: http:// www.festivaldramaturgia. com.ar/.cck.gob.ar/. En el ámbito del teatro hay varios trabajadores que cumplen tareas infravaloradas: los encargados de la boletería, los que cortan las entradas, los acomodadores y los asistentes que avisan a los actores que en diez minutos se inicia la función son algunos ejemplos. Ninguno de ellos es recordado en los discursos de agradecimiento en las ceremonias anuales de entrega de premios. Uno de esos trabajadores es el que ayuda a vestir a los artistas para salir a escena, y su tarea está reflejada detalladamente en la entretenida comedia de Ronald Harwood El vestidor, que se representa en el Paseo La Plaza, en la que Arturo Puig prepara al actor shakespeariano que interpreta Jorge Marrale para componer la imagen de un rey.
El oficio de vestir a los artistas, a pesar de ser subestimado, tiene un gran mérito. En el music-hall y en el teatro de revistas, donde hay continuos cambios de escenas con un ritmo que requiere precisión y exactitud, los vestidores deben colocar cuidadosamente los tocados y los espaldares llenos de plumas a las vedettes para que se luzcan al máximo y ajustar los broches de sus corpiños o las cremalleras para sostener y resaltar sus encantos. Si se incluye vestuario de época deben cuidar que la costura de las medias se mantenga en posición vertical, que queden bien firmes los portaligas y que los sombreros estén ladeados en el ángulo correcto. En las comedias musi- cales sucede algo parecido. Cuando, por ejemplo, el personaje de Eva Perón en la obra Evita pasa de un momento a otro del tailleur al vestido de gala, el cambio debe hacerse en contados minutos y la ayuda del vestidor es imprescindible. Posiblemente los shows que implicaban el mayor desafío para un vestidor eran los del grupo Caviar, del recordado JeanFrançois Casanovas, en los que se representaban los personajes más diversos y que requerían la mayor rapidez en los cambios de ropa, accesorios y pelucas. En el ámbito del cine, el film que tuvo la mayor cantidad de cambios de vestimenta fue Star! ( La estrella) un biopic dirigido por Robert Wise en 1968, inspirado en la biografía de la actriz inglesa Gertrude Lawrence. Su protagonista (Julie Andrews) lucía un vestuario diseñado por Donald Brooks compuesto de 125 vestidos y marcó la cifra récord de cantidad de trajes utilizados por un artista para una sola película. Algunos de esos modelos estaban acompañados por costosas joyas de Cartier, por lo cual para algunos cambios, además del vestidor, que tuvo que enfrentar semejante desafío, se requirió la presencia vigilante de un detective de la agencia Pinkerton.