Por un nuevo canon literario
Beatnik Buenos Aires Autores: Diego Arandojo/Facundo Percio Género: novela gráfica Editorial: Hotel de las Ideas, $ 250
Beatnik Buenos Aires reconstruye un período soterrado de la literatura que nació y maduró en los bares del Buenos Aires de los años 60. Diego Arandojo, que previamente realizó un documental audiovisual sobre el grupo Opium, se hizo cargo del guión, y Facundo Percio, con una potencia narrativa de excepción, de ilustrarlo. Los grises del grafito de Percio se ajustan a la perfección al clima ominoso que recorre toda la historia.
Opium fue un grupo de poesía que conjugó a una gama variopinta de personalidades, entre los que se contaba a Marcelo Fox, Ruy Rodríguez, Fuler, Mariani o Sergio Mulet. En su manifiesto sostenían que “Nos conocimos en revistas […], en confusas reuniones a las tres de la mañana […], en baños donde leímos que Perón o Tarzán nos salvarían; nos miramos a los ojos y sonreímos: ninguno quería ser salvado”. Los poetas orbitaron bares, hoy legendarios por sus concurrentes, como el Moderno o Florida Garden, lindantes al Instituto Di Tella.
Lo que vuelve extraordinaria a esta novela gráfica, más allá de sus méritos indiscutibles en el aspecto técnico, es su capacidad para realzar una etapa y a muchos de sus protagonistas secundarios. Ahí están el librero y artista plástico Yoel Novoa, Juan-Jacobo Bajarlía, o el excéntrico Peralta Ramos.
La historieta se sirve de sucesivas narraciones independientes, focalizando la atención en un personaje y en sus vínculos con el movimiento y con la historia. Hay cruces políticos, esotéricos, literarios, artísticos y mundanos.
También el libro cuenta con un sustancioso anexo histórico. Beatnik Bue
nos Aires parece sentar las bases de lo que pronto será un nuevo canon literario.