CARENTES DE HUMANIDAD
Hay más ficciones que plasman en sus tramas las miserabilidades de millonarios. Algunos son imaginarios; otros, tristemente reales. En Trust, que terminó hace pocos días en la pantalla de Fox, un Donald Sutherland que en cada escena recuerda cuán grandioso es como actor interpreta a Paul Getty, quien de la mano de sus empresas petroleras se convirtió en el hombre más rico del mundo. El retrato del magnate en la serie de Danny Boyle es terrible: avaro hasta el punto de instalar teléfonos públicos en su mansión, impiadoso ante el secuestro de su nieto, perverso como padre. Un hombre que parece carecer de cualquier atisbo de humanidad. Mientras tanto, en el streaming de Netflix se destaca, en esta temática, la serie Billions. Allí, el multimillonario de las finanzas Bobby Axelrod es despiadado en los negocios, corrupto y corruptor y, por sobre todas las cosas, no tolera que nadie ponga en tela de juicio su imperio. La paradoja, quizás, es que este ser fruto de la imaginación de los guionistas se ha transformado en ídolo de Wall Street. Cosas que pasan.