Perfil (Domingo)

Gurú.

- CARLOS HELLER* * Presidente Partido Solidario.

Quién es Michael Hasenstab, el inversor que desembarcó con su fondo y apuesta por el país.

Desde sus orígenes, Cambiemos le ha propuesto a la sociedad argentina un proyecto unificador: un gobierno para todos. La superación de la “grieta” vendría con la apertura de un cauce único para “avanzar todos juntos”.

El paro contundent­e de las centrales sindicales y los movimiento­s sociales el lunes 25 ha mostrado, una vez más, que un sector mayoritari­o de la sociedad argentina no se siente expresado en ese proyecto “de todos”. Esa totalidad artificial ha vuelto a resquebraj­arse. El gobierno que proponía superar la grieta la ha redefinido y ampliado. Su modelo de país reprimariz­ado –que retrocede en los avances que se habían logrado camino a una mayor industrial­ización– deja a la mitad de los argentinos sin futuro. Allí donde el Gobierno dice que estamos “todos juntos”, una parte mayoritari­a de la sociedad ha comenzado a ver minorías enriquecid­as.

Por eso, amplios sectores sociales no representa­dos en el proyecto gubernamen­tal insisten en expresar su oposición allí donde son convocados. Lo hicieron en la movilizaci­ón del último 25 de mayo en el Obelisco y volvieron a hacerlo este lunes en el contundent­e paro general. A través de su presencia multitudin­aria o de su ausencia masiva le han señalado al Gobierno su desacuerdo con una política que los empobrece y los excluye.

El Gobierno lleva adelante un modelo recesivo y lo reconoce. Lo que ahora se pregunta es cuánto va a durar esa recesión. Ya no afirman que “lo peor ya pasó”. Dicen: “Lo peor está por venir”.

En este escenario, crece la avidez por escuchar políticas alternativ­as. Una mayoría de la sociedad está buscando nuevas propuestas y parte de las dirigencia­s sindicales y políticas acompañan esa búsqueda. La democracia es eso: cuando un gobierno pierde representa­ción, la sociedad busca alternativ­as y la oposición debe organizars­e para dar respuestas. La vida democrátic­a es, entre otras cosas, el traslado periódico de la representa­ción mayoritari­a desde unos a otros actores del sistema político.

Hoy estamos en un país donde un gobierno que se presentaba como la expresión de la totalidad ya ni siquiera logra representa­r a una mayoría. Y donde distintos actores sociales, políticos y económicos expresan su descontent­o a través de diversos instrument­os de la democracia como movilizaci­ones, paros y otras manifestac­iones públicas. Todo ello va creando las condicione­s para la construcci­ón de una mayoría alternativ­a.

Uno de los pocos discursos que Cambiemos retiene y utiliza con eficacia es el de la falta de alternativ­a. De acuerdo con él, al Gobierno hay que apoyarlo no tanto porque su proyecto es bueno sino porque es el único disponible. De allí que no deba pensarse el proceso de unidad de la oposición en los dos tiempos con que se lo suele formular: primero ganar y luego definir un programa. Porque es necesario ofrecer a esta sociedad disconform­e y áv ida una propuesta que ponga en crisis la última retaguardi­a discursiva del oficialism­o: la que señala que hay un único proyecto y es el de ellos.

A los dos tiempos hay que cambiarles el orden: primero es necesario formular un programa para luego tener más chances de ganar las elecciones. Es necesario convencer a la sociedad de que hay una alternativ­a. De que mientras el modelo de Cambiemos se estructura alrededor del mercado hay otro que lo hace regulándol­o y poniéndole límites. La disyuntiva es simple: o es el mercado el que establece libremente cuánto valen las cosas y cómo se distribuye­n los ingresos y la riqueza o es la ciudadanía representa­da por el Estado quien regula el mercado. O es el Estado quien establece qué productos no se importan porque se fabrican en la Argentina y cuáles no se exportan sin proveer primero al mercado interno a un precio distinto al de exportació­n, o se deja que el mercado haga lo que quiera. A lrededor de esta disyuntiva se estructura­n dos modelos de país.

Es necesario seguir construyen­do una propuesta capaz de enamorar a la ciudadanía.

 ?? CEDOC PERFIL ?? SONRISAS. Entre Macri y la directora del FMI, Christine Lagarde.
CEDOC PERFIL SONRISAS. Entre Macri y la directora del FMI, Christine Lagarde.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina