Choque entre italia y Malta por el destino de un barco de migrantes
Ambos gobiernos mantienen sus puertos cerrados: discutieron sobre el lugar en que los migrantes habían sido rescatados por una onG.
Italia y Malta se enzarzaron ayer en otra disputa por la recepción en sus puertos de un barco con migrantes rescatados del mar, después de que la organización humanitaria española Proactiva Open Arms anunciara en Twitter que llevaba en una de sus embarcaciones a 59 migrantes a bordo y se encontraba camino a un puerto seguro.
“Rescatadas y a salvo 59 personas a la deriva y en peligro de muerte”, indicó la ONG. “Ahora todas (las personas) a bordo del barco Open Arms, rumbo a puerto seguro”.
Entre los rescatados, de hasta 14 nacionalidades distintas, se encuentran cuatro menores, añadió la organización.
La ONG española agrega en su mensaje: “A pesar de obstáculos, seguimos protegiendo el derecho a la vida” de los migrantes. Rechazos. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, criticó que el barco de la ONG llegara a rescatar a los migrantes antes de que lo hicieran los guardacostas libios, y descartó recibirlo en su país.
“El puerto más cercano es Malta, la organización y la bandera son españolas: que no piensen en venir a un puerto italiano”, afirmó Salvini, líder de la xenófoba Liga Nord, una de las formaciones de la coalición que gobierna Italia.
El ministro del Interior de Malta, Michael Farrugia, replicó en Twitter que los migrantes fueron rescatados entre Libia y la isla italiana de Lampedusa, y exhibió un mapa.
“Por favor dejen de dar noticias falsas para intentar involucrar a Malta en una disputa sin motivo válido. Estamos publicando este mapa para que todos lo vean. Son hechos, no opiniones”, señaló Farrugia.
Ayer se ignoraba en qué puerto atracaría el Open Arms. Nuevo gobierno. Italia y su nuevo gobierno antimigración han cerrado sus puertos Salvini, italiano, y Farrugia, maltés, cierran sus puertos. a los barcos privados de este tipo de organizaciones, entre ellas Proactiva.
En las últimas semanas, el Aquarius, de la organización SOS Méditerranée, y el Lifeline, de la alemana Mission Life, no pudieron llevar a puertos italianos a los refugiados rescatados que iban a bordo y tuvieron que aguantar en el mar durante varios días.
El primero fue acogido en España y el segundo en Malta. Pero también Malta está defendiendo una política dura frente a la migración y las organizaciones humanitarias y está negando la entrada de barcos incluso para repostar.
Italia quiere que sea la guardia costera libia la que intercepte a los migrantes y los lleve de vuelta al país, que vive una guerra civil entre milicias.
“Paremos la mafia del tráfico de personas: cuanta menos gente zarpe menos morirán”, afirmó.
En declaraciones al re della Sera, Salvini volvió a restar ayer toda legitimidad a los rescatistas privados. Pero pese a todos los obstáculos, los migrantes siguen intentando llegar a Europa en precarias embarcaciones. El viernes, unas cien personas murieron frente a las costas libias, aunque la guardia costera libia solo llevó a tierra los cadáveres de tres niños.