Polémico líder de la Ue
“Estrella del rock” para algunos y “oportunista” para otros, el canciller austríaco, Sebastian Kurz, asumió ayer la presidencia rotativa de la UE, en un momento en que los gobiernos europeos endurecen sus discursos sobre la acogida de los demandantes de asilo, un asunto que divide a los Estados miembros. El dirigente conservador, de 31 años, aliado a la extrema derecha austríaca (FPÖ) desde diciembre, se jacta de ser uno de los artífices del cierre de la “ruta de los Balcanes” en 2016, cuando era ministro de Exteriores, y ya anunció su intención de convertir la cuestión migratoria en la prioridad de su mandato al frente de los 28.