New Statesman
Theresa May aspiraba a ser una primera ministra que encabezara un gobierno de grandes cambios y de profundas y definitivas transformaciones. Pero su mayor tragedia es que no ha logrado casi nada de lo que se propuso. Peor aún, los tories no tienen dirección y están cada vez más divididos. Un análisis sobre cómo la primera ministra quería hacer “un país que funcione para todos” pero perdió el rumbo.
Crisis de los tories